EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Lucas 1,39-45.
En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel,
llena del Espíritu Santo,
exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu
vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del
Señor".
Comentario del Evangelio por:
San Ambrosio (c 340-397), obispo de Milán y maestro de San Agustín,
doctor de la Iglesia
Sobre San Lucas 19-21; SC 45, pag 81-82
"María se puso en camino y se fue de prisa a la montaña..."
Es normal que aquellos que quieren que se les crea, den razones para creerlos.
Por eso el ángel... le anunció a María, la virgen, que una mujer de edad avanzada y
estéril iba a ser madre, mostrando así que Dios puede hacer todo lo que desea.
Cuando María tiene noticia de la maternidad de su prima Isabel, ya anciana y
estéril, se pone en camino. No por falta de fe en la profecía ni por dudar del
anuncio, ni por dudar de los signos que le fueron dados, sino llena de alegría para
cumplir un servicio entrañable. En la prontitud de la alegría, María se dirige hacia
las montañas. Llena de Dios ¿podía no ir de prisa hacia las alturas? Los cálculos
lentos no corresponden a la gracia del Espíritu Santo.
Aprended, vosotros también, la solicitud que debéis tener acerca de vuestras
parientes que van a ser madres. María vivía hasta aquel momento en un
recogimiento total. Su pudor virginal no la retuvo de aparecer en público, ni lo
escabroso de las montañas la frenó en su deseo de servicio, ni el camino largo la
podía retener. La Virgen se dirige con prontitud hacia las alturas, la Virgen piensa
en servir y se olvida de sí misma. El amor es su fortaleza, a pesar de su sexo. María
sale de su casa y se va hacia las alturas... Se quedó en casa de Isabel unos tres
meses, no por el placer de estar con gente, sino para cumplir un servicio y
cumplirlo con toda solicitud hasta el final.
La joven va hacia la anciana, la que es superior va hacia la que es inferior: María
a Isabel, Cristo a Juan, más tarde el Señor se hará bautizar por Juan para
consagrar el bautismo. Y en seguida se manifiestan los beneficios de la llegada de
María y de la presencia del Se￱or, porque “tan pronto como Isabel oy￳ el saludo de
María, el niño se estremeció en su vientre y se llenó del Espíritu Santo"... Ambas
mujeres hablan de la gracia que les ha sido hecha; ambos niños realizan esta gracia
e introducen a sus madres en este misterio de la misericordia.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”