DOMINGO I DESPUÉS DE NAVIDAD
La Sagrada Familia: Modelo acabado para las familias cristianas.
- En este Domingo, entre Navidad y primeros de año, celebramos la Fiesta
de la Sagrada Familia, con la que la Iglesia quiere ponernos de relieve: la
importancia de esta institución, al hilo del ejemplo de la familia de Nazaret.
- A pesar de las circunstancias singulares y el clima de misterio, en los que
se desenvuelve la Sagrada Familia, (Jesús, verdadero hijo de María, pero
sólo hijo legal de San José), en todo lo demás, la familia de Nazaret
constituye un ejemplo imitable para todos los esposos y padres que, como
María y José, están llamados a constituir un hogar en el que, por cima de los
intereses personales, debe prevalecer el amor y el proyecto común.
- María y José, pasan por las vicisitudes y los acontecimientos familiares
que puedan pasar cualquier familia porque…,:
- No realizaban un guión prefabricado.
- En muchos momentos, tuvieron que vivir de fe y descubrir, paso a
paso, la voluntad de Dios y sus, nada fáciles, designios divinos.
- La Iglesia hoy quiere que, al “trasluz” de la Sagrada Familia, descubramos
los valores de la familia, célula vital para la sociedad y la Iglesia,
El plan de Dios .
- ¿Qué papel asignó Dios a la familia, al crear al hombre y prescribirle :
"Por eso abandonará el varón a su padre y a su madre y se unirá a su
mujer y serán los dos una sola carne" .? (Gen. 1,28; 2,4).
- La respuesta es bien clara: La familia, en los planes de Dios, ha de ser el
ámbito ideal, elegido por El, para que el hombre, en un clima de amor, lleve
a cabo su cooperación en la obra creadora y transmisora de nuevas vidas.
- Dios, que había creado por amor al hombre, quería que el hombre
colaborara con El, por amor, en la perenne transmisión de la vida humana
mediante la institución familiar. ¡Este es el proyecto de Dios!
- ¿Es posible hoy, (con la que está cayendo), mantener este ideal sobre la
familia y verla como ese ámbito de amor, sin ser tachados de ilusos?
- Los cristianos hemos de responder, ¡que sí es posible! Más aún, que es
necesario e indispensable. Y se nos propone hoy como ejemplo la Sagrada
Familia porque en aquella familia no se habla, de lo mío y de lo tuyo..., sino
que, en todo momento, hay un afán común por sacar adelante el concreto
proyecto de Dios sobre ellos, por encima de cualquier otra consideración..
- Si sólo aprendiéramos de la Sagrada Familia esa doble lección: la
ausencia de egoísmo y la constante preocupación por la voluntad de Dios,
cambiaría el rumbo de muchas familias y, ¡otro gato cantaría! respecto al
eficaz papel de la Familia, como célula vital de la Iglesia y de la Sociedad.