Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Enero 1
Solemnidad de la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los
bendeciré * El Señor tenga piedad y nos bendiga. * Envió Dios a su Hijo, nacido de
una mujer * Encontraron a María y a José, y al niño. A los ocho días, le pusieron
por nombre Jesús
Textos para este día:
Números 6,22-27:
El Señor habló a Moisés: "Di a Aarón y a sus hijos: Ésta es la fórmula con que
bendeciréis a los israelitas: "El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro
sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz". Así
invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré."
Salmo 66:
El Señor tenga piedad y nos bendiga, / ilumine su rostro sobre nosotros; / conozca
la tierra tus caminos, / todos los pueblos tu salvación. R.
Que canten de alegría las naciones, / porque riges el mundo con justicia, / riges los
pueblos con rectitud / y gobiernas las naciones de la tierra. R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos, / que todos los pueblos te alaben. / Que Dios
nos bendiga; que le teman / hasta los confines del orbe. R.
Gálatas 4,4-7:
Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una
mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que
recibiéramos el ser hijos por adopción. Como sois hijos, Dios envió a nuestros
corazones al Espíritu de su Hijo que clama: "¡Abbá! (Padre)." Así que ya no eres
esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Lucas 2,16-21:
 
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a
José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de
aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y
María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se
volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como
les habían dicho.
Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre
Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
Homilía
Temas de las lecturas: Invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los
bendeciré * El Señor tenga piedad y nos bendiga. * Envió Dios a su Hijo, nacido de
una mujer * Encontraron a María y a José, y al niño. A los ocho días, le pusieron
por nombre Jesús
1. Una bendición
1.1 La primera lectura de hoy nos trae una bendición, pero sobre todo nos enseña a
bendecir. No es un acto trivial ni una simple costumbre social; es nuestro modo de
acoger en cada aspecto de la vida al Dios de la alianza. Nuestras bendiciones
mutuas son prenda de la bendición del Señor.
1.2 Podemos sintetizar los buenos deseos de esta hermosa bendición del libro de
los Números en tres aspectos, que son también los mejores deseos para el año que
empieza: protección, amistad con Dios y paz. Defendidos del mal y fortalecidos en
el bien: este es rostro de la raza bendecida.
1.3 La bendición bíblica, que han popularizado especialmente los frailes
franciscanos, no habla directamente de la amistad con Dios, sino del resplandor de
su rostro, la cercanía de su favor y benevolencia. Una vida bendecida va
acompañada del brillo del rostro de Dios y de una cálida proximidad a su amor y su
bondad. Corresponde, pues, a lo que solemos llamar "permanecer en la gracia de
Dios". El gran anhelo al bendecir es en realidad la vida de la gracia.
2. Nacido de mujer
2.1 La segunda lectura abre un tema distinto, relacionado con la solemnidad
litúrgica de este día. Jesús el hijo de María; María es la madre de Jesús. La
humildad del "nacido de mujer" se convierte en exaltación de la "madre de Dios".
2.2 Jesús es el nacido en la "plenitud de los tiempos". El tiempo de Jesús es el
tiempo cumplido, o mejor: Jesús es el que da su cumplimiento, su plenitud al
tiempo; no hay tiempos plenos sin Jesús; sin el, la vida queda sin plenitud; queda
vacía.
2.3 Nació de mujer; nació bajo la ley. Las dos cosas van paralelas, en la mente del
apóstol Pablo. Y es lógico: nacer de mujer es entrar a participar de las leyes y
condiciones fundamentales de la vida humana. Nacido de mujer significa: sometido
a las leyes de nuestra existencia. En el otro sentido también hay una semejanza.
Nacer "bajo la ley" es también "al amparo, en el seno de la ley". A su modo la ley
era una madre, y alguna vida quería propagar, o por lo menos, no dejar perder.
2.4 El paralelo continúa. El que nació de mujer trasciende esa condición a favor
nuestro, pues nos hace hijos de Dios. El que nació bajo la ley trasciende esa
condición liberándonos del dominio de la ley de Moisés, al concedernos "el Espíritu
de su hijo". Así pues, la condición humillada de Jesús, por la que se hace "nuestro",
es el punto de partida de un movimiento trascendente que nos hace "suyos". En el
corazón de esa maravillosa transformación cósmica está María.
3. El Nombre de Jesús
3.1 El evangelio de hoy nos ofrece el tercer tema: el Nombre de Jesús.
Antiguamente la Iglesia celebraba el 1° de enero la fiesta de la Circuncisión del
Señor. El tema como tal queda hoy en un segundo o tercer plano, pero no
deberíamos dejarlo sepultado: por su circuncisión Jesús pertenece a la alianza que
Dios selló con Abraham, y así como interesa ver que en Cristo se cumple lo
prometido a David, así también interesa ver que la alianza con Abraham alcanza su
plenitud en la plenitud de Cristo.
3.2 En otro sentido, este es un día precioso para meditar en el significado del
nombre de nuestro Salvador. Este es el nombre que fue revelado a José (Mt 1,21) y
a María (Lc 1,31). Quiere decir: "Yahvé salva". ¡El hijo de María lleva la salvación ya
en su nombre!
3.3 Invocar a menudo el nombre de Jesús es un modo místico de acercarnos al
Nombre sobre todo nombre. No son las letras, no es magia; es la gloria de Dios
hecha próxima, es la bondad de Dios entre nosotros, es verdaderamente el Dios-
con-nosotros.
3.4 Con el nombre de Jesús sucede como con la Hostia Consagrada. Puede ser tan
grande o tan pequeña como nuestra fe o como nuestro amor. "Jesús" puede ser el
título de un recuerdo o el nombre que nos revela la más preciosa historia de gracia
y de amor de todos los tiempos.
Fr. Nelson Medina, O.P.