EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Juan 1,29-34.
Al día siguiente, Juan vio acercarse a Jesús y dijo: "Este es el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo.
A él me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que me precede,
porque existía antes que yo.
Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que él fuera manifestado
a Israel".
Y Juan dio este testimonio: "He visto al Espíritu descender del cielo en forma de
paloma y permanecer sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: 'Aquel sobre el
que veas descender el Espíritu y permanecer sobre él, ese es el que bautiza en el
Espíritu Santo'.
Yo lo he visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios".
Comentario del Evangelio por:
Orígenes (c 185-253), sacerdote y teólogo
Homilía sobre Isaías, n° 3, 1-2
“Vi al Espíritu descender del cielo como una paloma y posarse sobre él”
Jesús es el que "brotó del tronco de Jesé" según la carne, "nacido de la
descendencia de David según la carne", y también " constituido Hijo de Dios en
poder según el Espíritu de santidad " (Is 11,1; Rm 1,3-4).
Sí, es "el renuevo que ha brotado del tronco de Jesé", y sin embargo no es un
renuevo, él "el Primogénito de toda criatura" (Col. 1,15); ciertamente no es un
renuevo, él, el Dios "el Verbo que al principio estaba junto a Dios" (Jn 1,1), y sin
embargo el que nació según la carne es "un renuevo que brota del tronco de Jesé:
una flor que ha surgido de sus raíces"...
"Sobre él se posará el espíritu del Señor, espíritu de sabiduría y de inteligencia "
(Is 11,2). El espíritu de sabiduría no se posó en Moisés, el espíritu de sabiduría no
se posó en Josué, el espíritu de sabiduría no se posó en ninguno de los profetas, ni
en Isaías, ni en Jeremías... Vino sobre Moisés, pero después de su visita, Moisés
flaqueó en su fe: "¿Escuchad, rebeldes, dice, creéis que podemos sacaros agua de
esta roca?" (Núm. 20,10) vino sobre todos los justos.
¿Vino sobre Isaías, pero a quién dice este último? "Yo, hombre de labios
impuros, que habito en medio de gente de labios impuros” (Is 6,5)... El Espíritu
puede venir bien sobre cualquier hombre, pero no puede encontrar allí de descanso,
porque todo hombre peca y no hay justo sobre la tierra que haga el bien sin caer
jamás. "¿Quién sacará lo puro de lo impuro? ¡Nadie!" (Jb 14,4)... Si el Espíritu vino
sobre muchos, no quedó sobre ninguno. Antes en la Escritura, hay esta palabra:
"mi espíritu, dice el Señor, no durará por siempre en el hombre" (Gn 6,3)...
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”