EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Marcos 6,34-44.
Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque
eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.
Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: "Este es un
lugar desierto, y ya es muy tarde.
Despide a la gente, para que vaya a las poblaciones cercanas a comprar algo para
comer".
El respondió: "Denles de comer ustedes mismos". Ellos le dijeron: "Habría que
comprar pan por valor de doscientos denarios para dar de comer a todos".
Jesús preguntó: "¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver". Después de
averiguarlo, dijeron: "Cinco panes y dos pescados".
El les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde,
y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta.
Entonces él tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo,
pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para
que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente.
Todos comieron hasta saciarse,
y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado.
Los que comieron eran cinco mil hombres.
Comentario del Evangelio por :
San Juan Crisóstomo (c 345-407), sacerdote en Antioquía, después obispo
de Constantinopla, doctor de la Iglesia
Homilía sobre el evangelio de Mateo, n° 49, 1-3
La multiplicación de los panes
Observemos el abandono confiado de los discípulos a la providencia de Dios en
las necesidades más grandes de la vida y su desprecio hacia una existencia lujosa:
eran doce y tenían sólo cinco panes y dos peces. No se preocupaban de las cosas
del cuerpo; se dedicaban con celo a las cosas del alma. Es más, no guardaron para
ellos estas provisiones: se las dieron en seguida al Salvador cuando se las pidió.
Aprendamos de este ejemplo, a compartir lo que nosotros tenemos con los que
están necesitados, aunque tengamos poco. Cuando Jesús les pide los cinco panes,
no dicen: "¿qué nos quedará para más tarde? ¿De dónde sacaremos lo que nos
hace falta a nosotros?" Obedecen en seguida...
Tomando pues los panes, el Señor los partió y les confió a los discípulos el honor
de distribuirlos. No quería solo honrarlos con este santo servicio, sino que quería
que participaran en el milagro, para que fueran testigos bien convencidos y no
olvidaran lo que habían visto con sus ojos... Por ellos hace sentar a la gente y
distribuye el pan, con el fin de que cada uno de ellos pueda dar testimonio del
milagro que se realizó entre sus manos...
Todo en este acontecimiento - el lugar desierto, la tierra desnuda, poco pan y
pescado, la distribución de las cosas sin preferencia, cada uno que tiene tanto como
su vecino - todo esto nos enseña la humildad, la frugalidad, y la caridad fraterna.
También amarnos unos otros, tenerlo todo en común entre los que sirven al mismo
Dios, es lo que nos enseña nuestro Salvador aquí.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”