Ferias de Navidad
DIA 12 DE ENERO
Padre Julio Gonzalez Carretti O.C.D
Lecturas bíblicas
a.- 1 Jn. 5, 14-21: La oración por los pecadores.
El apóstol, nos habla de la oración por los pecadores. Pareciera que la intención de
este apéndice, es ver la posibilidad de hacer algo por aquellos, que no comparten
plenamente la fe de la Iglesia, se está pensando en los gnósticos, blasfemos contra
el Espíritu Santo, que negaban la Encarnación, o apóstatas. Juan había hablado de
la oración y la eficacia de su poder. Pero la oración, como diálogo con Dios, debe
ser según su voluntad, no para satisfacer deseos propios. Orar por quienes no
están en comunión con la fe de la Iglesia (gnósticos, apóstatas, blasfemos), no vale
la pena, es inútil. Enseña el apóstol, que hay que orar por los que han cometidos
pecados, que no llevan a la muerte, pero no así, por los que han cometido pecados
que sí llevan a la muerte. Se distingue, entre pecados graves que rompen
deliberadamente la comunión con Dios y con Cristo, otros no, es decir, los pecados
que no incluyen ese rechazo definitivo. También el antiguo Israel hacía esta
distinción (cfr. Núm. 15, 30; Lev. 4,2), ahora se entiende, por qué el apóstol,
niegue la intercesión por quienes han ofendido a Dios gravemente (cfr. Jn. 17,9).
No se les condena, sino que el juicio queda en las manos de Dios; siempre quedaba
la oportunidad para que rectificaran y volvieran al seno de la Iglesia, convertidos.
Termina la carta el ap￳stol, con tres certezas: “Sabemos” que el Hijo está sobre el
pecado, por lo mismo el creyente está protegido y el mal no lo daña (v.18; 1Jn. 3,
6. 9; 5,4); el creyente es de Dios, por lo mismo contrario al mundo (v.19; 1Jn. 5,
4; 4,3-4; Jn. 8,23; 17,14), y finalmente por la venida de Jesucristo adquirimos el
verdadero conocimiento de Dios o inteligencia que se puede poseer desde la
experiencia personal, de la comunión establecida con ÉL (cfr. Jn. 17, 3). La
recomendación final, es la de evitar todo tipo de idolatría, de la que judíos y
cristianos, han evitado siempre porque poseedores de la verdad.
b.- Jn. 3, 22-30: Ministerio de Jesús en Judea, último testimonio de Juan.
El evangelio, nos presenta la actividad de Jesús y el último testimonio que da Juan,
el Bautista, acerca del Mesías. Vemos como los discípulos de ambos, compiten en
popularidad, y los de Juan, en cierta forma reprochan a su maestro, teniendo en
cuenta, que ha sido el mismo Precursor, que ha preparado el éxito de Jesús con su
testimonio. El evangelista, sin embargo, deja ver a los dos protagonistas, actuando
simultáneamente, bautizando, Jesús, casi en la desembocadura del Jordán, y Juan,
en el norte, lejos del rey Herodes Antipas, y del gobernador romano. Si la gente iba
a Jesús, enseña Juan Bautista, es porque su éxito viene de Dios, es el enviado de
Dios (v. 27). Les recuerda a sus discípulos, haber afirmado claramente, que él no
es el Mesías, sino su heraldo, su precursor. Una vez aparecido Cristo Jesús, mayor
en categoría que Juan, es Él quien debe crecer, en estima, consideración y
aceptación de parte del pueblo. Usa el símil del amigo del novio, que prepara la
boda, importante sí, pero cuando aparece el esposo para la boda, el novio, lo es
todo junto a la esposa, el organizador desaparece. Hay una alusión a Israel, como
la esposa de Yahvé y Yahvé como el Esposo amante y fiel de Israel (cfr. Os. 2, 20;
Is. 62, 4-5; Jer. 2,2; 3, 20); Juan tenía como trabajo presentar a Israel, como la
esposa al Esposo Cristo, con lo cual el evangelista pone a Jesucristo, como Yahvé,
el único Esposo de Israel. Juan Bautista, sabe ser humilde, puesto que su
existencia, es referida a Jesucristo, ser testigo de la luz, vivir para ÉL, como el
amigo del Esposo. Cada cristiano desde su bautismo está desposado con Cristo por
la fe, la esperanza y el amor, su trabajo, es ser testigo y discípulo, en medio de
nuestra sociedad, de la verdad de Dios, que el hombre busca en su vida y la
encuentra en Jesús de Nazaret.
La Santa Madre Teresa invita a vivir la intimidad divina con Cristo. “De esta
compa￱ía tan continua de Jesucristo…nacen unos deseos…de entregarse toda a su
servicio” (6M 8,4).