“El espíritu del señor está sobre mí”
Lc 4, 14-22a
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. JESÚS VOLVIÓ A GALILEA CON EL PODER DEL ESPÍRITU
Después de ser bautizado, Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu, y su
fama corrió por toda aquella región, enseñaba en las sinagogas de los judíos y
todos lo alababan y luego regreso a Nazaret, lugar donde se había criado, y el
sábado fue a la sinagoga, como era su costumbre. La sinagoga, edificio
destinado al culto judío, tenía una persona que presidía y dirigía el culto, vigilaba
el orden y designaba al lector, el invitó a leer y explicar la lectura de los profetas
a Jesús, esta sagradas escrituras estaban escritas en hebreo, por tanto no eran
leídas por la gente del pueblo que hablaba en arameo, entonces la costumbre
era que un traductor hacia simultáneamente la traducción de lo leído al arameo.
2. EL ESPÍRITU DEL SEÑOR ESTÁ SOBRE MÍ
Así fue como, se puso de pie para hacer la lectura y le pasaron el libro del
profeta Isaías. Jesús desenrolló el libro y encontró el pasaje donde está escrito:
-El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los
pobres la buena noticia; para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a
los ciegos; para dar libertad a los oprimidos y a proclamar el año de gracia del
Señor-
Si reflexionamos sobre este párrafo, vamos a decir que nosotros siempre
debemos hacer las cosas motivados por el Espíritu Santo, y nos dirigimos al
Espíritu con ruegos de un modo que se exprese con claridad.
3. “¡QUE COSA TAN MARAVILLOSA HARÍA DIOS EN LAS ALMAS, SI
LAS ALMAS SE DEJARAN HACER!”
Dicen que Santa Teresita del Niños Jesús, sobre la acción del Espíritu Santo,
expreso en una ocasión, “¡Que cosa tan maravillosa haría Dios en las almas, si
las almas se dejaran hacer!”
Es eso lo que debemos hacer, dejar que el Espíritu Santo, obre, descienda y
actúe en nosotros, olvidados de nosotros mismos y entregados plenamente al
Espíritu del Señor, porque Dios también nos ungirá para llevar a los pobres la
buena noticia a los hombres de hoy, y a ellos debemos transmitir la liberación de
los oprimidos y a proclamar el año de gracia del Señor. No temamos sentirnos
ungido por el Señor, pero obrando en todo tal como somos.
4. HOY SE HA CUMPLIDO ANTE USTEDES ESTÁ PROFECÍA
El evangelio de Lucas continúa diciendo que Jesús después enrolló el libro, lo
devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga
estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: -Hoy se ha cumplido ante ustedes está
profecía-
Los asistentes a la sinagoga, escucharon luego el comentario de Jesús sobre el
texto leído, aplicándoselo a sí mismo, escucharon la palabra de Dios, las
enseñanzas de Jesús, y quedaron cautivos y entusiasmados. Todos le daban su
aprobación y se admiraban de las palabras que había pronunciado.
Sabemos de la eficacia de la Palabra de Dios, cuando llega al corazón sencillo y
dócil. Además esa es la condición y la obligación respecto a esa palabra, la
oímos y le abrimos el corazón. No solo la recibimos, luego la meditamos y la
profundizamos.
5. LA GENTE SENCILLA, ESTABA LLENA DE ADMIRACIÓN POR LAS
PALABRAS DE GRACIA QUE SALÍAN DE LA BOCA DE JESÚS.
No es de extrañarse que aquella gente quedara cautivada con las palabras de
Jesús, sobre todo ante un mensaje que hasta ese momento no había sido oído
especialmente por los pobres y los humildes. Así era como predicaba Jesús, así
era como evangelizaba, así es como debemos aprender de Él, con palabras
sinceras, esperanzadora, bondadosas, amables, consideradas, respetuosas,
amorosas y salidas del corazón.
El Evangelio es un mensaje, es la Buena Noticia, pero también es vida, por tanto
no solo prediquémoslo con palabras, también con el testimonio de la propia vida.
En otras palabras, debemos creer con gran convicción lo que anunciemos, vivir
plenamente lo que creemos y vivir lo que predicamos, porque no es menos
cierto, que se escucha más a gusto a los que dan testimonio.
Jesús, resucitado, continúa hoy caminando en medio de la humanidad,
especialmente entre los pobres con la buena noticia, anunciando la liberación a
los cautivos y en la curación de los ciegos, como luz del mundo, dando libertad a
los oprimidos y a proclamando el año de gracia del Señor
El Señor les Bendiga