Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 1, Miércoles
-----------------------------------
Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser
compasivo * El Señor se acuerda de su alianza eternamente. * Curó a muchos
enfermos de diversos males
Textos para este día:
Hebreos 2,14-18:
Hermanos: Los hijos de una familia son todos de la misma carne y sangre, y de
nuestra carne y sangre participó también Jesús; así, muriendo, aniquiló al que tenía
el poder de la muerte, es decir, al diablo, y liberó a todos los que por miedo a la
muerte pasaban la vida entera como esclavos. Notad que tiende una mano a los
hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus
hermanos, para ser sumo sacerdote compasivo y fiel en lo que a Dios se refiere, y
expiar así los pecados del pueblo. Como él ha pasado por la prueba del dolor,
puede auxiliar a los que ahora pasan por ella.
Salmo 104:
Dad gracias al Señor, invocad su nombre, / dad a conocer sus hazañas a los
pueblos. / Cantadle al son de instrumentos, / hablad de sus maravillas. R.
Gloriaos de su nombre santo, / que se alegren los que buscan al Señor. / Recurrid
al Señor y a su poder, / buscad continuamente su rostro. R.
¡Estirpe de Abrahán, su siervo; / hijos de Jacob, su elegido! / El Señor es nuestro
Dios, / él gobierna toda la tierra. R.
Se acuerda de su alianza eternamente, / de la palabra dada, por mil generaciones;
/ de la alianza sellada con Abrahán, / del juramento hecho a Isaac. R.
Marcos 1,29-39:
 
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de
Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron.
Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a
servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y
endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos
enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo
conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y
sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: "Todo el mundo te busca." Él
les respondió: "Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también
allí; que para eso he salido." Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas
y expulsando los demonios.
Homilía
Temas de las lecturas: Tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser
compasivo * El Señor se acuerda de su alianza eternamente. * Curó a muchos
enfermos de diversos males
1. Sometido al sufrimiento, comprende a los que sufren
1.1 El misterio por excelencia es la muerte del inocente. Y hay un Inocente con
mayúscula, el Hijo de Dios. Y el Hijo Inocente ha muerto. ¿Por débil ante las fuerzas
del mal, por fracasado ante la imposibilidad de sus sueños, por iluso frente a la
crueldad del hombre y del mundo? No. Hay un designio. Hay amor detrás del
espanto de la muerte. Hay misericordia detrás del absurdo. Hay gracia detrás de
esa Cruz, de esos clavos y de esa Sangre.
1.2 ¿Cómo descubrir esa gracia, esa misericordia y ese amor? Hoy recibimos una
clave bendita: ver débil al Señor, verlo agobiado, es triste pero también es grande.
Caído, es cercano; doblegado, es próximo. Él sabe qué vivimos, y sobre todo
entiende qué significa sufrir.
1.3 Cristo caído, Cristo doblegado: ¿una mala noticia? ¡No! Una gran noticia. No le
ha doblado el odio, le ha hecho inclinarse el amor. No le ha derribado el mal, se ha
postrado cerca del hombre enfermo, porque Cristo es enfermero y quiere dar la
palabra de salvación y la medicina que salva.
2. Liberados de la muerte
2.1 El diablo esclaviza. Eso lo sabíamos. Lo que tal vez no teníamos tan claro era el
método predilecto de su tiranía; hoy la Carta a los Hebreos lo desenmascara: "por
temor a la muerte los tenía esclavizados de por vida" (Heb 2,15). Hoy queda al
descubierto la gran aliada del espíritu del mal: la muerte.
2.2 La muerte tiene poder porque nos invita, casi nos obliga a abalanzarnos sobre
el presente, olvidando los bienes y enseñanzas del pasado, y desatendiendo lo
mejor de nuestro futuro junto a Dios. Obsesionados por el presente nos tiraniza el
"ya", y de allí brotan todas las desobediencias. El deseo de ser feliz no es malo pero
la pretensión de serlo ya y según nuestro estrecho conocer y mezquino sentir es lo
que nos lleva a pecar.
2.3 Por eso se ha dicho que todo pecado en el fondo es una impaciencia, porque
todo lo que pudiera anhelar nuestro corazón, y aún mucho más, lo quiere dar y lo
otorga Dios a nosotros, según la expresión de Pablo: Dios es "aquel que es
poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o
entendemos, según el poder que obra en nosotros" (Ef 3,20). Lo dañino y lo
engañoso es pretender eso grande y bello a nuestro tiempo y a nuestra manera, y
es allí donde entra la tentación y, si cedemos, el pecado. Sabiéndolo, supliquemos
la gracia para superar y vencer.
Fr. Nelson Medina, O.P.