Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Ciclo C, Tiempo Ordinario,
Domingo de la Semana No. 2
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas : La alegría que encuentra el esposo con su esposa *
Contad las maravillas del Señor a todas las naciones. * El mismo y único Espíritu
reparte a cada uno como a él le parece * En Caná de Galilea Jesús comenzó sus
signos
Textos para este día:
Isaías 62, 1-5:
Por amor de Sión no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que
rompa la aurora de su justicia, y su salvación llamee como antorcha.
Los pueblos verán tu justicia, y los reyes tu gloria; te pondrán un nombre nuevo,
pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona fúlgida en la mano del Señor y diadema real en la palma de tu Dios.
Ya no te llamarán "Abandonada", ni a tu tierra "Devastada"; a ti te llamarán "Mi
favorita", y a tu tierra "Desposada", porque el Señor te prefiere a ti, y tu tierra
tendrá marido.
Como un joven se casa con su novia, así te desposa el que te construyó; la alegría
que encuentra el marido con su esposa, la encontrará tu Dios contigo.
Salmo 95 :
Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor,
bendecid su nombre. R.
Proclamad día tras día su victoria, contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a
todas las naciones. R.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor, aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor. R.
 
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado, tiemble en su presencia la tierra toda.
Decid a los pueblos: "El Señor es rey, él gobierna a los pueblos rectamente." R.
1 Corintios 12, 4-11:
Hermanos: Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de
ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo
Dios que obra todo en todos.
En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común.
Y así uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con inteligencia,
según el mismo Espíritu.
Hay quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe; y otro, por el mismo
Espíritu, don de curar. A éste le han concedido hacer milagros; a aquél, profetizar.
A otro, distinguir los buenos y malos espíritus. A uno, la diversidad de lenguas; a
otro, el don de interpretarlas.
El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como
a él le parece.
Juan 2, 1-11:
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba
allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: "No les queda vino."
Jesús le contestó: "Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora."
Su madre dijo a los sirvientes: "Haced lo que él diga."
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de
unos cien litros cada una.
Jesús les dijo: "Llenad las tinajas de agua."
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les mandó: "Sacad ahora y llevádselo al mayordomo."
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los
sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le
dijo: "Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el
peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora."
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe
de sus discípulos en él.
Homilía
Temas de las lecturas: La alegría que encuentra el esposo con su esposa *
Contad las maravillas del Señor a todas las naciones. * El mismo y único Espíritu
reparte a cada uno como a él le parece * En Caná de Galilea Jesús comenzó sus
signos
1. La Vida Pública de Jesucristo
1.1. El bautismo de Jesús marca también el inicio de su ministerio público. Con la
celebración del Bautismo del Señor ante nuestros ojos aparece un gran contraste:
es como si Jesús pasara del ámbito de lo ordinario y lo escondido al ámbito de lo
público y extraordinario.
1.2. También en esto es peligroso generalizar, sin embargo: hay gente que toma el
término "vida oculta" de Cristo para empezar a contarnos fábulas de lo que él
supuestamente hizo en esos años de su adolescencia y juventud. La verdad es que
ese "ocultamiento" sólo indica que su vida fue como la de todos. Como dice
bellamente la Carta a los Filipenses en la traducción de la Liturgia de las Horas, él
"pasó por uno de tantos." Con esto estamos diciendo que su primera etapa no fue
esotérica ni hay que esperar revelaciones como las de la serie del Caballo de Troya,
que apenas muestran las ganas de hacer dinero de su autor.
1.3. Tampoco es verdad que la etapa "pública" fuera del todo visible a todos. Los
evangelios nos recuerdan discretamente que el Señor separaba tiempo para instruir
en profundidad a sus discípulos, aunque advirtiéndoles, por si hiciera falta, que no
hay nada oculto que no salga a la luz (Marcos 4,22). En todo caso, estamos
destacando que ni todo lo de la etapa más privada es oculto ni todo lo de la etapa
pública es conocido. Hay una continuidad pero también hay un ministerio que
empieza en la vida del Nazareno, y cabe decir que la frontera es su bautismo en el
Jordán.
1.4. Tal es el criterio que sigue la Iglesia en su liturgia: hasta el bautismo llega el
tiempo llamado de Navidad; después del bautismo empezamos el tiempo litúrgico
llamado "durante el año." Eso explica el carácter de las lecturas de este domingo,
que es el que sigue al bautismo del Señor: ellas son como una introducción al
ministerio de Cristo.
2. Los Milagros son "Signos"
2.1. Aunque el evangelio que escucharemos con mayor frecuencia este año es el de
san Lucas, el texto de hoy viene de san Juan; se trata de las bodas de Caná. La
importancia de este texto es doble: por una parte, enlaza muy bien con las
festividades que cierran el tiempo de Navidad, a saber, la Epifanía y el Bautismo;
por otra parte, abre el sentido del ministerio público de Cristo, y en concreto, de
sus milagros, a los que san Juan llama apropiadamente "señales."
2.2. Recordemos que una epifanía es una "manifestación" de la divinidad, y en ese
sentido es una realidad muy próxima a lo que san Juan llama "semeion," o sea, un
"signo" o "señal reveladora." Lo importante de los milagros no es el hecho extraño
en sí mismo, porque también los científicos y los ingenieros logran cosas
asombrosas; lo importa de los milagros y señales que Jesús hará en su ministerio
es que en ellos hay un lenguaje que nos habla de Dios, de su Reino, de su Voluntad
y de su Gloria.
2.3. Cada milagro de Dios es una señal de su presencia cercana y amorosa; cada
milagro es genuino es una expresión de su voluntad que nos rehace y nos llama a
amarle y servirle con alegría, como pueblo de redimidos que somos.
2.4. En particular, tiene su interés este milagro de Caná porque uno tiende a pensar
que Cristo sólo hacía milagros para sanar defectos o enfermedades o posesiones
diabólicas en las personas. Comparado con lo que implica devolver la vista a un
ciego, el milagro de convertir agua en vino parece casi trivial. Pero no fue trivial
para Cristo, por dos razones: una, porque no es trivial para él atender al ruego de
su Madre; dos, porque cada detalle de nuestra vida es importante para él. Nuestro
Dios no cuida sólo de lo grande y voluminoso de nuestra existencia sino que está
atento a lo pequeño y discreto: quien ama no quiere sólo dar vida sino también
alegría
Fr. Nelson Medina, O.P.