EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Sábado de la primera semana del tiempo ordinario
Carta a los Hebreos 4,12-16.
Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de
doble filo: ella penetra hasta la raíz del alma y del espíritu, de las articulaciones y
de la médula, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Ninguna cosa creada escapa a su vista, sino que todo está desnudo y descubierto a
los ojos de aquel a quien debemos rendir cuentas.
Y ya que tenemos en Jesús, el Hijo de Dios, un Sumo Sacerdote insigne que
penetró en el cielo, permanezcamos firmes en la confesión de nuestra fe.
Porque no tenemos un Sumo Sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras
debilidades; al contrario él fue sometido a las mismas pruebas que nosotros, a
excepción del pecado.
Vayamos, entonces, confiadamente al trono de la gracia, a fin de obtener
misericordia y alcanzar la gracia de un auxilio oportuno.
Salmo 19(18),8.9.10.15.
La ley del Señor es perfecta,
reconforta el alma;
el testimonio del Señor es verdadero,
da sabiduría al simple.
Los preceptos del Señor son rectos,
alegran el corazón;
los mandamientos del Señor son claros,
iluminan los ojos.
La palabra del Señor es pura,
permanece para siempre;
los juicios del Señor son la verdad,
enteramente justos.
¡Ojalá sean de tu agrado
las palabras de mi boca,
y lleguen hasta ti mis pensamientos,
Señor, mi Roca y mi redentor!
Evangelio según San Marcos 2,13-17.
Jesús salió nuevamente a la orilla del mar; toda la gente acudía allí, y él les
enseñaba.
Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y
le dijo: "Sígueme". El se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba comiendo en su casa, muchos publicanos y pecadores se
sentaron a comer con él y sus discípulos; porque eran muchos los que lo seguían.
Los escribas del grupo de los fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos,
decían a los discípulos: "¿Por qué come con publicanos y pecadores?".
Jesús, que había oído, les dijo: "No son los sanos los que tienen necesidad del
médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los
pecadores".
Comentario del Evangelio por :
San Pedro Crisólogo (c 406-450), arzobispo de Ravenna, doctor de la
Iglesia
Sermón 30 : PL 52, 285-286
"¡Come con los publicanos y los pecadores!"
¿Por qué vuestro maestro come con publicanos y pecadores? Dios es acusado de
abajarse hacia el hombre, de sentarse cerca del pecador, de tener hambre de su
conversión y sed de su retorno, de preferir el alimento de la misericordia y la copa
de la benevolencia. Pero Cristo, hermanos míos, vino a esta comida; la Vida ha
venido para estar entre los invitados a fin de que, condenados a muerte, vivan la
Vida; la Resurrección se ha acostado para que los que yacen se levanten de sus
tumbas; la Bondad se ha abajado para levantar a los pecadores hasta el perdón;
Dios ha venido hasta el hombre para que el hombre llegue hasta Dios; el juez ha
venido a la comida de los culpables para sustraer a la humanidad de la sentencia de
condenación; el médico ha venido a los enfermos para restablecerlos comiendo con
ellos; el Buen Pastor ha inclinado la espalda para devolver la oveja perdida al
establo de la salvación(Lc 15, 3s).
“¿Porqué nuestro maestro come con publicanos y pecadores?” Pero, ¿quién es
pecador sino el que rechaza verse como tal? Dejar de reconocerse pecador ¿no es
hundirse más en su propio pecado y, para decir verdad, identificarse con él? Y
¿quién es el injusto sino aquel que se cree justo?... Vamos, fariseo, confiesa tu
pecado y podrás venir a la mesa de Cristo; por ti Cristo se hará pan, ese pan que
se romperá para el perdón de tus pecados: Cristo será para ti la copa, esa copa que
será derramada para el perdón de tus faltas. Vamos, fariseo, comparte la comida
de los pecadores y Cristo compartirá tu comida; reconócete pecador y Cristo
comerá contigo; entra con los pecadores al festín de tu Señor y podrás no ser ya
más pecador; entra con el perdón de Cristo en la casa de la misericordia.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”