EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Marcos 2,23-28.
Un sábado en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos comenzaron a
arrancar espigas al pasar.
Entonces los fariseos le dijeron: "¡Mira! ¿Por qué hacen en sábado lo que no está
permitido?".
El les respondió: "¿Ustedes no han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus
compañeros se vieron obligados por el hambre,
cómo entró en la Casa de Dios, en el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió y
dio a sus compañeros los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los
sacerdotes?".
Y agregó: "El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado.
De manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado".
Comentario del Evangelio por:
Papa Benedicto XVI
Exhortación apostólica “Sacramentum caritatis” §72 (trad. © copyright
Libreria Editrice Vaticana rev.)
"El dueño del sábado": la liberación aportada por Cristo
Esta novedad radical que la Eucaristía introduce en la vida del hombre ha estado
presente en la conciencia cristiana desde el principio. Los fieles percibieron en
seguida el influjo profundo que la celebración eucarística ejercía sobre su estilo de
vida. San Ignacio de Antioquía (?-v. 110) expresaba esta verdad definiendo a los
cristianos como “los que han llegado a la nueva esperanza”, y los presentaba como
los que viven “según el domingo”. Esta fórmula del gran mártir antioqueno pone
claramente de relieve la relación entre la realidad eucarística y la vida cristiana en
su cotidianidad. La costumbre característica de los cristianos de reunirse el primer
día después del sábado para celebrar la resurrección de Cristo —según el relato de
san Justino mártir (v. 100-160) — es el hecho que define también la forma de la
existencia renovada por el encuentro con Cristo.
La fórmula de san Ignacio —“vivir según el domingo”— subraya también el valor
paradigmático que este día santo posee con respecto a cualquier otro día de la
semana. En efecto, su diferencia no está simplemente en dejar las actividades
habituales, como una especie de paréntesis dentro del ritmo normal de los días. Los
cristianos siempre han vivido este día como el primero de la semana, porque en él
se hace memoria de la radical novedad traída por Cristo. Así pues, el domingo es el
día en que el cristiano encuentra aquella forma eucarística de su existencia que
está llamado a vivir constantemente. “Vivir según el domingo” quiere decir vivir
conscientes de la liberación traída por Cristo y desarrollar la propia vida como
ofrenda de sí mismos a Dios, para que su victoria se manifieste plenamente a todos
los hombres a través de una conducta renovada íntimamente.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”