EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Lucas 10,1-9.
Timoteo y Tito, sucesores de los apóstoles
Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos
para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir.
Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al
dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha.
¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos.
No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el
camino.
Al entrar en una casa, digan primero: '¡Que descienda la paz sobre esta casa!'.
Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario,
volverá a ustedes.
Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el
que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa.
En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan;
curen a sus enfermos y digan a la gente: 'El Reino de Dios está cerca de ustedes'.
comentario del Evangelio por
Concilio Vaticano II
Decreto sobre el ministerio pastoral de los Obispos “Christus Dominus”, 1-
2,6 (trad. © copyright Libreria Editrice Vaticana rev.)
Timoteo y Tito, sucesores de los apóstoles
Cristo Señor, Hijo de Dios vivo, que vino a salvar del pecado a su pueblo y a
santificar a todos los hombres, como El fue enviado por el Padre, así también envió
a sus Apóstoles (Jn 20,21), a quienes santificó, comunicándoles el Espíritu Santo,
para que también ellos glorificaran al Padre sobre la tierra y salvaran a los hombres
"para la edificación del Cuerpo de Cristo" (Ef., 4,12), que es la Iglesia. En esta
Iglesia de Cristo, el Romano Pontífice, como sucesor de Pedro, a quien confió Cristo
el apacentar sus ovejas y sus corderos(Jn 21,15s), goza por institución divina de
potestad suprema, plena, inmediata y universal para el cuidado de las almas...
Pero también los Obispos, por su parte, puestos por el Espíritu Santo, ocupan el
lugar de los Apóstoles como pastores de las almas, y juntamente con el Sumo
Pontífice y bajo su autoridad, son enviados a actualizar perennemente la obra de
Cristo, Pastor eterno. Ahora bien, Cristo dio a los Apóstoles y a sus sucesores el
mandato y el poder de enseñar a todas las gentes y de santificar a los hombres en
la verdad y de apacentarlos. Por consiguiente, los Obispos han sido constituidos por
el Espíritu Santo, que se les ha dado, verdaderos y auténticos maestros de la fe,
pontífices y pastores...
Los Obispos, como legítimos sucesores de los Apóstoles y miembros del Colegio
Episcopal, reconózcanse siempre unidos entre sí y muestren que son solícitos por
todas las Iglesias, porque por institución de Dios y exigencias del ministerio
apostólico, cada uno debe ser fiador de la Iglesia juntamente con los demás
Obispos. Sientan, sobre todo, interés por las regiones del mundo en que todavía no
se ha anunciado la palabra de Dios y por aquellas en que, por el escaso número de
sacerdotes, están en peligro los fieles de apartarse de los mandamientos de la vida
cristiana e incluso de perder la fe. Por lo cual pongan todo su empeño en que los
fieles sostengan y promuevan con ardor las obras de evangelización y apostolado.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”