Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 3, Lunes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados. La
segunda vez aparecerá a los que lo esperan * Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas. * Satanás está perdido
Textos para este día:
Hebreos 9,15.24-28:
Hermanos: Cristo es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte
que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los
llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.
Pues Cristo ha entrado no en un santuario construido por hombres -imagen del
auténtico-, sino en el mismo cielo, para ponerse ante Dios, intercediendo por
nosotros. Tampoco se ofrece a sí mismo muchas veces -como el sumo sacerdote,
que entraba en el santuario todos los años y ofrecía sangre ajena; si hubiese sido
así, tendría que haber padecido muchas veces, desde el principio del mundo-. De
hecho, él se ha manifestado una sola vez, al final de la historia, para destruir el
pecado con el sacrificio de sí mismo. Por cuanto el destino de los hombres es morir
una sola vez. Y después de la muerte, el juicio. De la misma manera, Cristo se ha
ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos. La segunda vez aparecerá,
sin ninguna relación al pecado, a los que lo esperan, para salvarlos.
Salmo 97:
Cantad al Señor un cántico nuevo, / porque ha hecho maravillas: / su diestra le ha
dado la victoria, / su santo brazo. R.
El Señor da a conocer su victoria, / revela a las naciones su justicia: / se acordó de
su misericordia y su fidelidad / en favor de la casa de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado / la victoria de nuestro Dios. / Aclamad al
Señor, tierra entera; / gritad, vitoread, tocad. R.
 
Tañed la cítara para el Señor, / suenen los instrumentos: / con clarines y al son de
trompetas, / aclamad al Rey y Señor. R.
Marcos 3,22-30:
En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: "Tiene dentro
a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios." Él los
invitó a acercarse y les puso estas parábolas: "¿Cómo va a echar Satanás a
Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede
subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede
subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para
arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.
Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier
blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá
perdón jamás, cargará con su pecado para siempre." Se refería a los que decían
que tenía dentro un espíritu inmundo.
Homilía
Temas de las lecturas: Se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados. La
segunda vez aparecerá a los que lo esperan * Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas. * Satanás está perdido
1. Eucaristía como sacrificio
1.1 Hoy solemos insistir en la dimensión fraternal de la Eucaristía. Es frecuente, por
ejemplo, que se presente la Misa como el banquete que celebramos en torno a
Jesús, o como una comida de familia, o como una cena en que departen los amigos.
Todo esto es cierto y de nada puede decirse con tanta verdad como de la
Eucaristía. Pero el misterio eucarístico no se limita al encuentro fraterno y
pretender limitarlo a ello terminaría por desfigurarlo.
1.2 En la Eucaristía hay Uno que con la perfección de su amor puede asumir,
purificar y levantar nuestros amores. No somos hermanos porque nos digamos
hermanos sino porque la Sangre que Él derramó en la Cruz declaró nuestra
iniquidad, hizo posible el arrepentimiento de nuestras obras muertas y nos llamó a
creer en la gracia que viene de lo alto. Acogiendo entonces con humilde fe el regalo
inmenso de su divino Espíritu, hemos llegado a ser hijos en el Hijo y por eso, sólo
por eso, somos hermanos.
1.3 Dicho con otras palabras, aunque en la Santa Misa están presentes tanto la
dimensión "fraternal" de banquete como la dimensión "sacrificial" de la inmolación,
es ésta la que soporta a aquélla: es el sacrificio el que hace posible el amor entre
nosotros, pues por nuestras solas fuerzas no podíamos aceptarnos y amarnos al
grado que requiere nuestra propia miseria.
1.4 Cólmese, pues, de gratitud el alma cristiana y al recibir devotamente la Hostia
Consagrada, descubra allí el mismo don y el mismo misterio del Calvario.
2. Un sacrificio perfecto
2.1 Todo es posible esperarlo del amor de Cristo y es infinita la gracia de la
Eucaristía. Lo sabemos porque el sacrificio del Señor es perfecto, y así nos lo ha
enseñado la Carta a los Hebreos el día de hoy.
2.2 El santuario es el cielo, la víctima es su propio Cuerpo, y el sacerdote es Él
mismo. Va vestido en su propia sangre y ora con humildad perfecta en obediencia
plena al designio de su propio Padre, ante quien ruega por nosotros. Por eso
podemos esperar todo de la Cruz del Señor; por eso podemos confiar infinitamente
en su plegaria y en la eficacia de su intercesión. ¡Aleluya!.
Fr. Nelson Medina, O.P.