Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 4, Jueves
---------------------------------------
Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo *
Oh Dios, meditamos tu misericordia en medio de tu templo. * Los fue enviando
Textos para este día:
Hebreos 12,18-19.21-24:
Hermanos: Vosotros no os habéis acercado a un monte tangible, a un fuego
encendido, a densos nubarrones, a la tormenta, al sonido de la trompeta; ni habéis
oído aquella voz que el pueblo, al oírla, pidió que no les siguiera hablando. Y tan
terrible era el espectáculo, que Moisés exclamó: "Estoy temblando de miedo".
Vosotros os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del
cielo, a millares de ángeles en fiesta, a la asamblea de los primogénitos inscritos en
el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los justos que han llegado a su
destino y al Mediador de la nueva alianza, Jesús, y a la aspersión purificadora de
una sangre que habla mejor que la de Abel.
Salmo 47 :
Grande es el Señor y muy digno de alabanza / en la ciudad de nuestro Dios, / su
monte santo, altura hermosa, / alegría de toda la tierra. R.
El monte Sión, vértice del cielo, / ciudad del gran rey; / entre sus palacios, / Dios
descuella como un alcázar. R.
Lo que habíamos oído lo hemos visto / en la ciudad del Señor de los ejércitos, / en
la ciudad de nuestro Dios: / que Dios la ha fundado para siempre. R.
Oh Dios, meditamos tu misericordia / en medio de tu templo: / como tu renombre,
oh Dios, tu alabanza / llega al confín de la tierra; / tu diestra está llena de justicia.
R.
Marcos 6,7-13:
 
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles
autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un
bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen
sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió: "Quedaos en la casa donde
entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha,
al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa." Ellos salieron a
predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos
enfermos y los curaban.
Homilía
Temas de las lecturas: Os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo *
Oh Dios, meditamos tu misericordia en medio de tu templo. * Los fue enviando
1. Dos montañas, dos alianzas
1.1 El pasaje de la Carta a los Hebreos en este día nos ofrece un paralelo entre dos
montes y dos alianzas. Sinaí con Moisés, por un lado; Sión con Jesús por el otro.
1.2 Aunque esta comparación tiene algo de forzado porque Moisés celebró la
alianza con Yahvé en el monte Sinaí, mientras que Jesús no estaba en la colina de
Sión, en Jerusalén, sino en el montículo de la calavera, el Calvario. Desde luego, el
autor de esta Carta conocía en dónde había derramado su Sangre nuestro Señor, y
por ello empieza su comparación diciendo: "ustedes no se han acercado a algo
palpable". Mucho le interesa que entendamos este punto y por eso no toma como
lugar del nuevo pacto al Calvario sino a la imagen evocadora y densamente
teológica del monte Sión. ¿Por qué?
1.3 Seguramente porque le interesa que no nos quedemos comparando lugares
como gustaban de hacer por ejemplo los samaritanos, según nos cuenta otro
pasaje de los evangelios (cf. Jn 4,20). En aquella ocasión dijo Jesús que Dios
buscaba y quería "adoradores en espíritu y en verdad" (Jn 4,23-24). No gente que
estuviera atada a un lugar sino unida a una realidad de salvación. Es la misma idea
que encontramos en el pasaje de hoy: Jesús celebró su alianza en "Sión", que hay
que escribir entre comillas porque no corresponde al lugar físico donde estaba el
templo renovado por Herodes, sino que alude discreta y bellamente al santuario del
cielo. Por eso dice: "no es algo palpable".
1.4 Un lugar se puede contraponer a otro: el monte Garizim quizá es mejor que el
Tabor; Jerusalén tal vez es más santa que Roma; es posible que la Meca tenga más
trascendencia espiritual que Nueva York. El cielo es, entre otras cosas, una
designación de aquello que no tiene comparación ni contraposición: es "otro nivel",
es un estadio nuevo y una realidad que nos trasciende. Hemos llegado a Jesús
significa: hemos llegado al Incomparable.
2. Enviados por Jesús
2.1 "Hemos llegado a Jesús" es la enseñanza de la primera lectura; "Jesús nos
envía" es el resumen del evangelio de hoy. A él llegamos y de él partimos; en él se
resume todo y él es el comienzo de todo; a todos nos convoca y a todos nos envía.
Como el corazón, que reúne toda la sangre, congrega toda la vida, y la difunde con
vigor por todo el cuerpo.
2.2 Creo que muchas de las imágenes que tenemos sobre la Iglesia son demasiado
estáticas, quizá por el deseo de conjurar todo desorden. Mas es bello ver a la
Iglesia como un mar de gracia que confluye con fuerza en su centro y desde allí
renace sin cesar en una efusión incesante de vida y de amor.
2.3 Así que miremos a Jesús, que hoy envía a sus amigos de dos en dos. Y como
los profetas hablan primero con lo que hacen que con lo que dicen, queramos
entender qué significa eso de enviar de dos en dos. De seguro tiene más de un
significado. Indica tal vez que son inseparables el amor a Dios, predicado en la
palabra, y el amor al prójimo, manifiesto en la caridad y trato con el hermano. O
sirve de recuerdo vivo de la naciente experiencia de comunidad que los Doce han
empezado a vivir. O muestra que aunque se puede prescindir de todo, incluyendo el
pan y el vestido nunca se puede prescindir de los hermanos.
2.4 Jesús envió y es él también quien sigue enviando. Un sacerdote que pierda su
tiempo tratando de entrar en la mente de su obispo para averiguar las motivaciones
últimas de los decretos de su superior podría recordar esta enseñanza que hoy nos
da el Señor: es Jesús quien envía. Tú escoges si te quieres sentir enviado por Pepe
Pérez o por Jesús de Nazareth. Y escoges entonces si quieres agradar a Pepe Pérez
o a Jesús de Nazareth.
Fr. Nelson Medina, O.P.