EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Marcos 6,1-6.
Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo
escuchaba estaba asombrada y decía: "¿De dónde saca todo esto? ¿Qué sabiduría
es esa que le ha sido dada y esos grandes milagros que se realizan por sus manos?
¿No es acaso el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago, de José, de
Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros?". Y Jesús era
para ellos un motivo de tropiezo.
Por eso les dijo: "Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, en su familia y
en su casa".
Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de curar a unos pocos enfermos,
imponiéndoles las manos.
Y él se asombraba de su falta de fe. Jesús recorría las poblaciones de los
alrededores, enseñando a la gente.
Comentario del Evangelio por :
Carta a Diogneto (c 200)
§ 11-12 ; PG 2, 1183, SC 33
“Se sorprende de su falta de fe”
El Padre ha enviado al Verbo para manifestarle al mundo. Este Verbo fue
despreciado por los suyos; pero por la predicación de los apóstoles las naciones
paganas creyeron en él, El existía desde el principio (Jn 1,1), y se ha manifestado
en una época concreta. Aunque sea antiguo, renace siempre nuevo en el corazón
de los santos. Es proclamado Hijo en un eterno hoy (Sal. 2,7)
Por él, la Iglesia se enriquece de una gracia que se abre y se acrecienta en los
santos, les confiere la inteligencia espiritual, les desvela los misterios sagrados y les
hace comprender los signos de los tiempos. La Iglesia se regocija en los creyentes:
se ofrece a los que la buscan respetando los compromisos de la fe y los jalones
puestos por los Padres. Desde ahora el temor de la Ley sugiere cantos de alabanza,
se reconoce la gracia anunciada por los profetas, la fe evangélica es afianzada, la
tradición de los apóstoles permanece intacta y la gracia de la iglesia salta de júbilo.
Sí tú no dañas esta gracia, conocerás los secretos que el Verbo comunica a quien
quiere y cuando él quiere... Si con empeño las atendéis y escucháis, sabréis qué
bienes procura Dios a quienes lealmente le aman, cómo se convierten en un paraíso
de deleites, produciendo en sí mismos un árbol fértil y frondoso, adornados de toda
variedad de frutos. Porque en este lugar fue plantado el árbol de la ciencia y el
árbol de la vida; (Gn 2,9)...
Que tu corazón pues sea entero conocimiento, y que el Verbo de la verdad se
haga tu vida. Si este árbol crece en ti y si deseas ardientemente su fruta,
cosecharás siempre los mejores dones de Dios.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”