Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 4, Sábado
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Que el Dios de la paz, que hizo subir de entre los muertos
al gran Pastor, os ponga a punto en todo bien * El Señor es mi pastor, nada me
falta. * Andaban como ovejas sin pastor
Textos para este día:
Hebreos 13,15-17.20-21:
Hermanos: Por medio de Jesús, ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de
alabanza, es decir, el fruto de unos labios que profesan su nombre. No os olvidéis
de hacer el bien y de ayudaros mutuamente; ésos son los sacrificios que agradan a
Dios. Obedeced con docilidad a vuestros dirigentes, pues ellos se desvelan por
vuestro bien, sabiéndose responsables; así lo harán con alegría y sin lamentarse,
con lo que salís ganando.
Que el Dios de la paz, que hizo subir de entre los muertos al gran Pastor de las
ovejas, nuestro Señor Jesús, en virtud de la sangre de la alianza eterna, os ponga a
punto en todo bien, para que cumpláis su voluntad. Él realizará en nosotros lo que
es de su agrado, por medio de Jesucristo; a él la gloria por los siglos de los siglos.
Amén.
Salmo 22 :
El Señor es mi pastor, nada me falta: / en verdes praderas me hace recostar; / me
conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas. R.
Me guía por el sendero justo, / por el honor de su nombre. / Aunque camine por
cañadas oscuras, / nada temo, porque tú vas conmigo: / tu vara y tu cayado me
sosiegan. R.
 
Preparas una mesa ante mí, / enfrente de mis enemigos; / me unges la cabeza con
perfume, / y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan / todos los días de mi vida, / y habitaré
en la casa del Señor / por años sin término. R.
Marcos 6,30-34:
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo
que habían hecho y enseñado. Él les dijo: "Venid vosotros solos a un sitio tranquilo
a descansar un poco." Porque eran tantos los que iban y venían que no
encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y
apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las
aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al
desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban
como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.
Homilía
Temas de las lecturas: Que el Dios de la paz, que hizo subir de entre los muertos
al gran Pastor, os ponga a punto en todo bien * El Señor es mi pastor, nada me
falta. * Andaban como ovejas sin pastor
1. Un Documento Magnífico
1.1 Hemos empezado el tiempo ordinario hace cuatro semanas, y hasta ahora nos
ha acompañado este documento magnífico, denso en sus enseñanzas: la Carta a
los Hebreos. Un escrito siempre actual, como toda la Biblia, que ha traído luz al
misterio de Cristo y luz en medio de las dificultades que experimentamos sus
discípulos. Hemos aprendido a desenmascarar las disculpas propias de nuestra
pereza y mediocridad, y a mirar con renovado amor la grandeza del misterio de
gracia que nos ha visitado y que desde el cielo nos convoca. Ha llegado el momento
de despedirnos de esta Carta, porque ni siquiera ella agota todo lo que admiramos
y amamos en Jesús, el Hijo del Dios vivo.
1.2 En su cierre, el autor que nos ha acompañado a lo largo de estas semanas, nos
invita a la generosidad y a obrar y vivir en una atmósfera de obediencia sana y de
mutuo amor. Es todo un ideal de Iglesia: pastores solícitos del bien de sus ovejas;
súbditos dóciles y agradecidos por el bien que reciben. La Iglesia no es un aula de
uniformidad sino un espacio de comunión. No nos caracterizamos por tener los
mismo poderes sino porque cada uno pone lo que puede en servicio de los
hermanos.
1.3 Es posible que Ud. desee repasar algunas de las enseñanzas que hemos
compartido durante este tiempo. En ese caso puede serle útil el esquema de la
Carta a los Hebreos, que contiene en triple columna los pasajes de la Carta que se
leen en la Liturgia de la Palabra en la Misa, y los enlaces a las páginas nuestras.
Sea de provecho para todos, por bondad de Dios.
2. Como ovejas sin pastor
2.1 El evangelio de hoy nos presenta una escena maravillosa en que compiten dos
aspectos de la compasión de Cristo. Ve el agotamiento de sus discípulos, sin
mencionar el suyo que debía ser mucho mayor, y ve la necesidad del pueblo,
hambriento de la palabra de salvación. Es hermoso ver a Jesús debatirse entre
estos dos rostros del amor: el amor que quiere acoger y dar reposo, y el amor que
quiere sanar y enseñar. Porque en efecto el amor es a la vez recibir, aunque esto
nos parezca pasivo, así como es construir el bien en otros, es decir, la parte activa.
2.2 Meditemos en el momento de la barca. Minutos antes, circulaba gente en
cantidades exasperantes; de pronto se escucha sólo el rumor del agua, el silbo del
viento y seguramente la voz emocionada de aquellos hombres, aprendices de
apóstoles, que ya tienen tantas cosas tan buenas y memorables qué contar.
Fijemos nuestra atención en ese momento único, porque al llegar a tierra otra vez
estarán colmados de inquietudes, preguntas, peticiones, lamentos y quejidos...
Detengamos el tiempo, miremos a Jesús, que les escucha, les hace alguna
pregunta, algo les dice... ¿Qué hay en los ojos del Señor? ¿Cuál es la expresión de
su mirada y qué dice su boca, aun sin palabras? Grabemos en el alma esos ojos y
abramos espacio a ese corazón. Lo vamos a necesitar hoy, mañana, y el día
después, y cada día... hasta que él se deje ver para siempre en el cielo.
Fr. Nelson Medina, O.P.