Jueves después de Ceniza
Lucas 9,22-
25-
Jesús no es un jefe...que da directivas ó maestro...que da simples normas
de conducta.- Jesús es un <hermano> que <hace> camino con sus
discípulos.- Antes de predicar la <renuncia> practica la <renuncia>.
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La vida cristiana consiste en <seguir> a Jesucristo. Ahora bien no se
puede proclamar cristiano quién no esté dispuesto, sinceramente, instante
a instante, a perder la vida por Cristo – es decir- a tomar la cruz de la vida
detrás de El-
Lucas muestra a Jesús siempre en camino hacia Jerusalén...lugar
dónde será levantado en la Cruz.- Desde el comienzo la Cuaresma nos
llama a renovar la opción bautismal por Jesucristo y su Evangelio.- Es una
opción riesgosa.- Optando por Jesucristo con una honda sinceridad
encontraremos <resistencia> internas y externas...y hasta persecución, por
criterios de vida <no cristianos>.-
En el camino del seguimiento a Jesucristo, sin reservas , se ha de
renunciar constantemente al propio y sutil egoísmo...a deseos de placer o
gustos desmedidos...o a perder afectos o relaciones humanas o lugar en la
sociedad que no armonizan o simpatizan con el fiel seguimiento a
Jesucristo, el Señor.
En Cuaresma hemos de sincerarnos hasta dónde estamos dispuestos
a seguir a Jesucristo...hasta dónde estamos dispuestos a <morir> a
criterios propios para vivir día a día “ revestidos de los sentimientos” del
Corazón de Jesucristo en lo poco como en lo mucho. Así iremos “perdiendo
la vida” para “ganarla” y salvarnos en Cristo Jesús.