Sábado después de Ceniza
Al reconocernos pecadores podemos recibir la misericordia divina, y
comunicar ese amor divino a los demás
«Después de esto, salió y vio a un publicano de nombre Leví,
sentado en el telonio y le dijo: Sígueme. Y dejadas todas las cosas
se levantó y le siguió. Y Leví preparó en su casa un gran banquete
para él; había un gran número de publicanos y de otros que le
acompañaban a la mesa. Y murmuraban los fariseos y sus escribas
decían a los discípulos de Jesús: ¿Por qué coméis y bebéis con los
publicanos y pecadores? Y respondiendo Jesús, les dijo: No tienen
necesidad de médico los que están sanos, sino los enfermos. No he
venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a la
penitencia». (Lucas 5, 27-32)
1. Hoy, Jesús invita al publicano Levi-Mateo a seguirlo. Y el pecador
se levanta, lo deja todo y va en seguimiento de Jesús. Le ofrece un gran
banquete para celebrar su conversión. San Mateo era antes un recaudador
de impuestos, vendido a los romanos, hacía un negocio sucio, y era odiado:
por ser un traidor del pueblo. El Señor lo miraría con cariño (una mirada de
misericordia, que llena de esperanza), y le dijo: “ Sígueme ”. «No podía ser
más sencilla la manera de llamar Jesús a los primeros doce: «ven y
sígueme». / Para ti, que buscas tantas excusas con el fin de no continuar
esta tarea, se acomoda como el guante a la mano la consideración de que
muy pobre era la ciencia humana de aquellos primeros; y, sin embargo,
¡cómo removieron a quienes les escuchaban! / - No me lo olvides: la labor
la sigue haciendo El, a través de cada uno de nosotros” (S. Josemaría,
Surco 189).
« Y dejadas todas las cosas se levantó y le siguió .» Es la
respuesta ante la transformación que Jesús provoca en algunas almas, en la
nuestra, si le atendemos. Y Leví hace la fiesta. Le dicen “ ¿cómo es que
comes con publicanos y pecadores? ” y Cristo dirá: “ no he venido a los
justos, sino a los pecadores a que se conviertan ”, y es que los que se
creen justos no se dejan salvar… Él es el remedio de nuestros males: todos
andamos un poco enfermos y por eso tenemos necesidad de Cristo.
Debemos ir a Él como el enfermo va al médico, diciendo la verdad de lo que
le pasa, con deseos de curarnos: “ Señor, si quieres, puedes curarme ”. Y
el Se￱or actuará: “ Quiero, sé limpio ”. También dice: “ Id y mostraos a
los sacerdotes ”, y vamos al sacramento de la penitencia, como nos dice el
Catecismo, hablando de la confesión frecuente: «sin ser estrictamente
necesaria, la confesión de los pecados veniales, sin embargo, se recomienda
vivamente por la iglesia. En efecto, la confesión habitual de los pecados
veniales ayuda a formar la conciencia, a luchar contra las malas
inclinaciones, a dejarse curar por Cristo, a progresar en la vida del
Espiritual» (1458).
2. Nos dice Dios que nos portemos bien con los demás,. “ Entonces
llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: "¡Aquí
estoy!"… tú serás como un jardín bien regado ”, nos dará el Señor todo
lo que necesitamos, si nosotros lo hacemos con los demás, si no los
dejamos solos.
El profeta nos dice: « el sábado sea tu delicia », o bien, que « el
Señor sea tu delicia ». Pero por la caridad fraterna, desterrar la opresión y
la maledicencia, partir el pan con el hambriento. Entonces sí, « brillará tu
luz en las tinieblas y el Señor te dará reposo permanente » y te
llamarán « reparador de brechas ». ¿Aprovecho el domingo para dedicarlo
a los que amo: mi familia, mis amigos, Dios? ¿Es la misa del domingo el
núcleo y centro de toda mi semana? ¿Procuro asimilar la Palabra de
Dios?¿Mi misa es un encuentro con Dios, un escuchar a Dios, una
comunicación con El? ¿Es la cumbre de mi vida humana? Mi conducta, mis
compromisos de toda la semana ¿quedan iluminados por mi misa
dominical? “ Entonces, encontrarás tu «alegría» en el Señor... Serás
como huerto bien regado... Como un manantial... Levantarás las
ruinas... Edificarás ”. Imágenes de expansi￳n y de felicidad, de fecundidad
y de vida. Siempre la misma idea: Dios no quiere el esfuerzo y el sacrificio
por sí mismos. Dios quiere el sacrificio para el gozo y la alegría.
-“ Que tu gesto no sea nunca una amenaza, ni tus palabras
expresen maldades... Comparte tu pan con el hambriento... Colma
los deseos del desgraciado”. Nos pide el Señor desterrar la
maledicencia: no sólo la calumnia, sino el hablar mal de los demás
propalando sus defectos o fallos; partir el pan con el que no tiene, saciar el
estómago del indigente: poner suavidad y bondad en todas nuestras
relaciones... estar atentos a los deseos de los demás... y a las necesidades
de más necesitados...
-“ Tales son las palabras del Señor ”. ﾿C￳mo es posible que la
cuaresma aparezca a muchos, hoy todavía, como un tiempo de restricción,
de disminución, de menoscabo? (Noel Quesson). Dice San Gregorio
Nacianceno: «No consintamos, hermanos, en administrar de mala manera
lo que, por don divino, se nos ha concedido... No nos dediquemos a
acumular y guardar dinero, mientras otros tienen que luchar en medio de la
pobreza... Imitemos aquella suprema y primordial ley de Dios que hace
llover sobre justos y pecadores, y hace salir igualmente el sol para todos;
que pone la tierra, las fuentes, los ríos y los bosques a disposición de todos
sus habitantes; el aire se lo entrega a las aves y el agua a los que viven en
ella, y a todos da con abundancia los subsidios para su existencia, sin que
haya autoridad de nadie que los detenga, ni ley que los circunscriba, ni
fronteras que los separen; se lo entregó todo en común, con amplitud y
abundancia y sin deficiencia alguna. Así enaltece la uniforme dignidad de la
naturaleza con la igualdad de sus dones y pone de manifiesto las riquezas
de su benignidad».
Dicen que un joven iba por carretera en coche, cuando vio a una
señora anciana, fuera de un coche parado, al lado de la carretera. Llovía
fuerte y oscurecía, y al verla necesitada, detuvo su coche y se acercó. La
se￱ora al verle vestido pobremente tuvo miedo, y el joven le dijo: “Estoy
aquí para ayudarla, señora, no se preocupe. ¿Por qué no entra en el coche
que estará mejor? Me llamo Renato”. Ella tenía una rueda pinchada y
Renato la cambi￳… la mujer le cont￳ que estaba de paso, y que se
encontraba perdida en aquel lugar, sin saber qué hacer, y no sabía cómo
agradecer la preciosa ayuda; preguntó qué podía pagarle. Renato
respondi￳: “Si realmente quisiera pagarme, la pr￳xima vez que encuentre a
alguien que precise de ayuda, déle a esa persona la ayuda que ella necesite
y acuérdese de mí”...
Algunos kilómetros después, la señora se detuvo en un restaurante
más bien pobre. La camarera era joven, muy amable, le trajo una toalla
limpia para que secase su cabello y le dirigió una dulce sonrisa... estaba con
casi ocho meses de embarazo, le notó cierta preocupación en su cara, y
quedó curiosa en saber cómo olvidaba sus problemas para tratar tan bien a
una extraña, y le dio pena que trabajara hasta tan tarde, en esas
condiciones. Entonces se acordó de Renato. Después que terminó su
comida, se retiró... Cuando la camarera volvió notó algo escrito en la
servilleta, en la que había 4 billetes de 500 euros... Leyó entre lágrimas lo
que decía: - “Tú no me debes nada, yo tengo bastante. Alguien me ayud￳
hoy y de la misma forma te estoy ayudando. Si tú realmente quisieras
reembolsarme este dinero, no dejes que este círculo de amor termine
contigo, ayuda a alguien”. Aquella noche, cuando fue a casa, cansada,
pensaba en el dinero y en lo que la señora dejó escrito... ¿Cómo pudo esa
señora saber cuánto ella y el marido necesitaban de aquel dinero? Con el
bebé que estaba por nacer el próximo mes, todo estaba difícil... Quedó
pensando en la bendición que había recibido, y que últimamente estaba
enfadada con su situación y que las cosas no iban bien con su marido;
cambió su cara y dibujó una gran sonrisa... Agradeció a Dios y besó a su
marido con un beso suave y susurró: -“Todo estará bien: ᄀte amo...
Renato!”
En la película "Cadena de Favores" vemos esta idea: un niño inicia un
movimiento que sugiere que alguien haga un favor grande a tres personas;
cada una de esas tres personas ayudará a otras tres, y así sucesivamente,
hasta llegar a un nivel donde el se multiplican los favores y buenas
intenciones y se logre mejorar el lamentable estado en el que está el
mundo. El niño entonces ayuda a quienes más cerca están de él, sin darse
cuenta del lío que va a organizar, como una gran ola de gente que le va a
seguir. Uno se puede dejar contagiar de la agresividad que nos rodea, el
“mal rollo”, o puede sembrar amabilidad. Uno puede ir a la suya, y construir
su destino, o bien hacer el bien, y ayudar a todo el que te necesite. La vida
es algo misterioso, y la historia de Renato sería una cursilada si no fuera
porque experimentamos que en nuestras vidas muchas veces es realmente
así... en la medida que hagamos a los demás, ellos harán con nosotros; la
vida es un espejo... ciertas “casualidades” nos hacen ver que todo lo que
uno da, ¡vuelve a uno! Es como si hubiera un espejo que funciona con lo
que expresamos; si damos odio nos vuelve odio, si lo que damos a los
demás es amor, también lo recibimos. ¿Siempre? Porque a veces parece
que no recibimos lo que damos: en realidad lo recibimos siempre, pero de
otro modo, pues el fruto más importante de nuestras acciones ya ha crecido
en nuestro interior, aunque fuera no germine aparentemente; aunque no
siempre se ven los resultados, aun así vale la pena. La regla de oro siempre
es la del Evangelio: hacer a los demás lo que queremos que hagan con
nosotros, sabiendo que hay más alegría en dar que en recibir.
3. « Enséñame tus caminos », pedimos al Señor en el salmo. La
misericordia oprimido por todos esos males y buscando socorro en nosotros.
" Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad ."
“Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor, / que a ti te estoy
llamando todo el día; / alegra el alma de tu siervo, / pues levanto
mi alma hacia ti.
Porque tú, Señor, eres bueno y clemente, / rico en
misericordia con los que te invocan. / Señor, escucha mi oración, /
atiende a la voz de mi súplica” .
Llucià Pou Sabaté