Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Cuaresma,
Semana No. 1, Lunes
------------------------------------------
Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Juzga con justicia a tu conciudadano * Tus palabras,
Señor, son espíritu y vida. * Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis
humildes hermanos, conmigo lo hicisteis
Textos para este día:
Levítico 19,1-2.11-18:
El Señor habló a Moisés: "Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles: "Seréis
santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo. No robaréis ni defraudaréis ni
engañaréis a ninguno de vuestro pueblo. No juraréis en falso por mi nombre,
profanando el nombre de Dios. Yo soy el Señor. No explotarás a tu prójimo ni lo
expropiarás. No dormirá contigo hasta el día siguiente el jornal del obrero. No
maldecirás al sordo ni pondrás tropiezos al ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por
honrar al rico. Juzga con justicia a tu conciudadano. No andarás con cuentos de
aquí para allá, ni declararás en falso contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.
No odiarás de corazón a tu hermano. Reprenderás a tu pariente, para que no
cargues tú con su pecado. No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes, sino
que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.""
Salmo 18 :
La ley del Señor es perfecta / y es descanso del alma; / el precepto del Señor es
fiel / e instruye al ignorante. R.
Los mandatos del Señor son rectos / y alegran el corazón; / la norma del Señor es
límpida / y da luz a los ojos. R.
La voluntad del Señor es pura / y eternamente estable; / los mandamientos del
Señor son verdaderos / y enteramente justos. R.
 
Que te agraden las palabras de mi boca, / y llegue a tu presencia el meditar de mi
corazón, / Señor, roca mía, redentor mío. R.
Mateo 25,31-46:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando venga en su gloria el Hijo del
hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán
reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor
separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su
izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi
Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui
forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me
visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de
beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?;
¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os
aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos,
conmigo lo hicisteis."
Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno
preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de
comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis,
estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis."
Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con
sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?" Y él
replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los
humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos
a la vida eterna."
Homilía
Temas de las lecturas: Juzga con justicia a tu conciudadano * Tus palabras,
Señor, son espíritu y vida. * Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis
humildes hermanos, conmigo lo hicisteis
1. Guía para la vida
1.1 Repasemos con calma los preceptos de la primera lectura y encontraremos una
fuente preciosa de sabiduría y humanidad.
1.2 Mas hoy queremos destacar un hecho: la fuerza positiva de un buen "no".
Alguien dijo que el hombre es el único ser que tiene la facultad de decirse "no" a sí
mismo. Los animales o las plantas obedecen a sus ciclos y a sus estímulos. Comen,
beben, duermen o se aparean según esas reglas internas que no quebrantan ni
pueden quebrantar. Sólo el ser humano puede sentir el deseo, tener la oportunidad
de realizarlo y sin embargo decirse "no".
1.3 El "no", aunque es por definición una negación, tiene también un aspecto
positivo. Decirse que no es un modo de disponer de sí mismo, de adueñarse de la
propia vida. El que quiere dormir y hacer pereza toda una mañana pero se dice que
"no" crea una disciplina, y con ella un hábito. Fortalecido por ese hábito llega a
dominar un arte, aprender un idioma, lograr interpretar un difícil instrumento
musical... ¡todo nace de un "no" dicho con amorosa constancia!
1.4 También las sociedades necesitan aprender a decirse "no" ante ciertas prácticas
que destruirían su propio tejido. Los grupos humanos que se abstienen de los
caminos fáciles pero degradantes del robo, el adulterio o el soborno
institucionalizado. Ese "no" como esfuerzo colectivo brinda también un precioso
fruto colectivo que puede medirse en términos de paz, progreso, seguridad,
confianza mutua, actitud creativa y gozo compartido. Así entendemos la fuerza de
amor que tienen los preceptos de Dios: cada cosa que nos ha ordenado es para
nuestro bien.
1.5 Por cierto, nuestra sociedad occidental es tremendamente incoherente con
respecto a su "noes". Gritamos que no al terrorismo, porque cobra víctimas
inocentes, y aprobamos el aborto que es la agresión más violenta imaginable contra
el ser más inocente imaginable. Llenamos de agitación y paroxismo la vida y
criticamos los excesos con que pretende desfogarse la tensión acumulada.
Abandonamos niños y jóvenes a que sean criados por la calle y la televisión y nos
quejamos del estado de la juventud. Necesitamos --¿quién podría negarlo--
aprender a ser más coherentes y consecuentes con esa fuerza maravillosa que se
llama decir un "no" a tiempo.
2. Tu juez es pequeño
2.1 El gran mensaje del evangelio de hoy no es el drama de la escena final, cuando
un tribunal celeste escuche aquellas sentencias de Cristo: "venid, benditos...",
"apartaos, malditos...". El gran mensaje es que el juez está vestido de pequeño, de
humilde, de pobre, de hambriento, de preso. El gran mensaje es que tienes a tu
juez ahí, a la puerta de tu casa, en el cambuche del barrio vecino, en el presidio de
tu ciudad, en el ancianato de la otra cuadra.
2.2 Es fácil acobardarse ante un juez "grande"; es fácil envalentonarse ante un
pobre porque es "pequeño". Pues bien, Jesús quiere que reconozcamos la grandeza
del pequeño porque si no hemos entendido esto no hemos entendido nada del
Evangelio.
2.3 Hay otro aspecto interesante en el texto de hoy. Tanto los salvados como los
condenados hacen la misma pregunta: "¿cuándo te vimos...?". Esto indica que ni
unos ni otros vieron. Los que se habrán de salvar entonces no serán los que
"vieron" sino los que con su amor obraron como si vieran. Lo grande no es ver a
Jesús y servirlo; lo grande es no verlo y servirlo, atenderlo y amarlo.
Fr. Nelson Medina, O.P.