II Semana de Cuaresma
Introducción a la semana
En esta semana no se celebra ningún santo. La Palabra de Dios corresponderá a
lo que se indica para cada día de ella. Como sucede en la Cuaresma y en el resto
de los tiempos litúrgico “fuertes”, la lectura no es “continua”. Cada día se eligen
las lecturas con cuidado. Cada día tiene su entidad en sí misma. Como un
subrayado del espíritu y de las exigencias cuaresmales. Sí se busca una relación
entre la lectura, que suele ser del Antiguo Testamento y el texto evangélico. Los
contenidos que ofrece continúan siendo los propios de la Cuaresma: la
conversión, la autenticidad de nuestra vida que debe eliminar toda hipocresía, la
oración, la bondad de Dios que acoge al pecador, la necesidad de poner en Él
nuestra salvación, no en el dinero o el poder, con referencias expresas a la
persecución hasta la muerte que sufrirá el Hijo del Hombre. Así se marca un
ritmo lento que invita a vivir día a día el espíritu cuaresmal.
Fray Juan José de León Lastra
Licenciado en Teología
Con permiso de dominicos.org