II L UNES DE C UARESMA
(Dn 9, 4b-10; Sal 78; Lc 6, 36-38)
L ECTURA
Señor, nos abruma la vergüenza: a nuestros
reyes, príncipes y padres, porque hemos pecado
contra ti. Pero, aunque nosotros nos hemos
rebelado, el Señor, nuestro Dios, es
compasivo y perdona ” (Dn 9, 7-9).
Sed compasivos como vuestro Padre es
compasivo ; no juzguéis, y no seréis juzgados;
no condenéis, y no seréis condenados;
perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os
dará: os verterán una medida generosa,
colmada, remecida, rebosante. La medida que
uséis, la usarán con vosotros.» (Lc 6, 36-38) Via Crucis, XIII Estación
C OMENTARIO
No hemos manipulado los textos para que coincidan las lecturas que hoy nos
propone la Liturgia con la meditación de la decimotercera estación del Via Crucis, en la
que se contempla la compasión de María, la Madre de Jesús.
La llamada a ser compasivos tiene hoy el referente de la Palabra, y el testimonio
de la Virgen y Madre al pie de la Cruz, que nos permiten yuxtaponer la enseñanza y el
ejemplo, con lo que se hace más visible la llamada a saber vivir la fidelidad y la
misericordia.
Es importante la perfección, es una deformación el perfeccionismo; es necesaria la
ascesis, puede dañar al sujeto el ascetismo; es una enseñanza evangélica seguir a Jesús,
que nos precede en la subida al monte de la Cruz, es una temeridad querer llevar solos el
peso del sufrimiento, sin mirar a Aquel que es compasivo y misericordioso.
Es frecuente encontrar personas perfeccionistas que exigen a los demás respuestas
semejantes a su manera de entender cómo se deben hacer las cosas, con lo que producen
una sensación de agobio, cansancio, desafección y provocan la crítica. En cambio, hay
otros que alientan la capacidad de cada persona y así, estimulan a dar todo lo que se
puede. Estos son maestros, que aún siendo muy exigentes consigo mismos, saben
comprender la capacidad y el ritmo de los demás. El aforismo evangélico es sabiduría:
“La medida que uséis, la usarán con vosotros”. Sin caer en la complicidad, debe
sobresalir la compasión.
P UNTOS DE REFEXIÓN
¿Qué domina en ti, la fidelidad de la mano de la gracia y de la misericordia, o el
despotismo, agotador y exigente, que te lleva a la extenuación y a la desesperanza
porque no puedes alcanzar del todo tus metas? ¿Cómo te comportas con los más
débiles?