III D OMINGO DE C UARESMA
(Éx 3, 1-8a 13-15; Sal 102; 1 Co 10, 1-6. 10-12; Lc 13, 1-9)
-«He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he
oído sus quejas contra los opresores, me he fijado
en sus sufrimientos. Voy a bajar a librarlos de los
egipcios, a sacarlos de esta tierra, para llevarlos a
una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche
y miel.» (Ex 3, 7-8)
“No quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros
padres estuvieron todos bajo la nube y todos
atravesaron el mar y todos fueron bautizados en
Moisés por la nube y el mar…” (I Co 10, 1-2)
"Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto
en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para
qué va a ocupar terreno en balde?" Pero el
viñador contestó: "Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré
estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas".» (Lc 13, 7-9)
C OMENTARIO
Los tres textos que se proclaman en la Liturgia de la Palabra de este domingo,
además del salmo, que canta “El Señor es compasivo y misericordioso”, coinciden en
presentar a Dios lleno de ternura por su pueblo, mimo que se simboliza con el cuidado
de la higuera, a pesar de que no da fruto.
La higuera representa el pueblo de la Alianza, a los que son fieles a la ley de
Moisés, como Natanael. Para señalar la autenticidad de una persona, se la relaciona con
el símbolo de la higuera –“Judá e Israel vivieron en seguridad, cada uno bajo su parra y
bajo su higuera, desde Dan hasta Berseba, todos los días de Salomón” (1 Re 5, 5).
En los relatos se describe la paciencia de Dios con la higuera estéril, a la que le
prestará mimo y cuidado, como lo hizo con su pueblo en la travesía del desierto, a pesar
de la infidelidad.
Llega el momento cumbre. Se va a realizar la consumación de la Nueva Alianza.
Jesús mandará que se seque la higuera, y no porque no dé higos, sino porque lo que
salva ya no es la ley, sino la Cruz de Jesucristo.
La paciencia de Dios permanecerá para siempre, pues desde la ofrenda de
Jesucristo, del árbol santo penderá el fruto bendito, que agradará al Señor. Si en la
Antigua Alianza, a pesar de la infidelidad, Dios se compadeció de su pueblo y lo sacó
de la esclavitud, ¿cómo no va a liberar a la humanidad, después de consumarse la Nueva
Alianza?
P UNTOS DE REFLEXIÓN
¿Sientes la fidelidad de Dios para contigo? ¿Te aferras a tus prácticas religiosas,
para darte el crédito y la satisfacción de la fidelidad, o te sabes salvado y amado de
Dios, y tu vida se convierte en respuesta agradecida y con buenos frutos?