Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Cuaresma,
Semana No. 2, Viernes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Ahí viene el de los sueños, vamos a matarlo * Recordad
las maravillas que hizo el Señor. * Éste es el heredero: venid, lo mataremos
Textos para este día:
Génesis 37,3-28:
José era el preferido de Israel, porque le había nacido en la vejez, y le hizo una
túnica con mangas. Al ver sus hermanos que su padre lo prefería a los demás,
empezaron a odiarlo y le negaban el saludo. Sus hermanos trashumaron a Siquém
con los rebaños de su padre. Israel dijo a José: "Tus hermanos deben estar con los
rebaños en Siquém; ven, que te voy a mandar donde están ellos."
José fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron desde lejos.
Antes de que se acercara, maquinaron su muerte. Se decían unos a otros: "Ahí
viene el de los sueños. Vamos a matarlo y a echarlo en un aljibe; luego diremos
que una fiera lo ha devorado; veremos en qué paran sus sueños." Oyó esto Rubén,
e intentando salvarlo de sus manos, dijo: "No le quitemos la vida." Y añadió: "No
derraméis sangre; echadlo en este aljibe, aquí en la estepa; pero no pongáis las
manos en él." Lo decía para librarlo de sus manos y devolverlo a su padre. Cuando
llegó José al lugar donde estaban sus hermanos, lo sujetaron, le quitaron la túnica
con mangas, lo cogieron y lo echaron en un pozo vacío, sin agua. Y se sentaron a
comer. Levantando la vista, vieron una caravana de ismaelitas que transportaban
en camellos goma, bálsamo y resina de Galaad a Egipto. Judá propuso a sus
hermanos: "¿Qué sacaremos con matar a nuestro hermano y con tapar su sangre?
Vamos a venderlo a los ismaelitas y no pondremos nuestras manos en él, que al fin
es hermano nuestro y carne nuestra." Los hermanos aceptaron. Al pasar unos
comerciantes madianitas, tiraron de su hermano, lo sacaron del pozo y se lo
vendieron a los ismaelitas por veinte monedas. Éstos se llevaron a José a Egipto.
Salmo 104:
 
Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Llamó al hambre sobre aquella tierra: / cortando el sustento de pan; / por delante
había enviado a un hombre, / a José, vendido como esclavo. R.
Le trabaron los pies con grillos, / le metieron el cuello en la argolla, / hasta que se
cumplió su predicción, / y la palabra del Señor lo acreditó. R.
El rey lo mandó desatar, / el señor de pueblos le abrió la prisión, / lo nombró
administrador de su casa, / señor de todas sus posesiones. R
Mateo 21,33-43.45-46:
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
"Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con
una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos
labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus
criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los
labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo
apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con
ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: "Tendrán respeto a mi
hijo." Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: "Éste es el heredero: venid, lo
matamos y nos quedamos con su herencia." Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de
la viña y lo mataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con
aquellos labradores?"
Le contestaron: "Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a
otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos." Y Jesús les dice: "¿No
habéis leído nunca en la Escritura: "La piedra que desecharon los arquitectos es
ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro
patente"? Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a
un pueblo que produzca sus frutos." Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus
parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque buscaban echarle mano,
temieron a la gente, que lo tenía por profeta.
Homilía
Temas de las lecturas: Ahí viene el de los sueños, vamos a matarlo * Recordad
las maravillas que hizo el Señor. * Éste es el heredero: venid, lo mataremos
1. El desechado y los desechables
1.1 Hay una expresión espantosa que sin embargo se ha abierto camino en el
lenguaje común en Colombia. A aquellos indigentes, muchas veces adictos al
alcohol o las drogas, que deambulan por las calles se les llama "desechables". Pues
bien, hoy la Escritura nos presenta dos solemnes "desechados": José, el hijo de
Jacob, y Jesús, el Hijo mismo de Dios.
1.2 La extraña ley que nos ofrece la Liturgia de la Palabra hoy, para la Santa Misa,
es esa: Dios tiene ojos muy distintos para ver a los "desechables". Tiene una
predilección especial por aquellos que no cuentan, que no lucen, que no importan ni
aportan. Y el colmo de esa extraña predilección es lo que vamos a encontrar en el
Gran Viernes, el Viernes Santo: allí, desestimado y desechado, Cristo es el Salvador
del mundo.
1.3 ¿Por qué sucede así? ¿Por qué son tan importantes para Dios esos que nada
significan para el común de la gente? ¿Por qué el gran emblema de su amor es
precisamente un "desechable desechado"?
1.4 Tal vez la razón primordial es que en cada uno de nosotros hay algo de
indigencia total. Y en ese fondo de verdad de nuestra indigencia podemos y
debemos aprender cuánto necesitamos de Dios y qué clase de locura es la soberbia.
Sólo allí, en ese rincón de indigencia absoluta que todos tenemos, está la clave
para descubrir las palabras fundamentales del Evangelio: perdón, gracia,
compasión, amor, alegría.
2. Falsos representantes
2.1 Es curioso analizar la actitud de aquellas "autoridades" que contienden con
Jesucristo. El pasaje del evangelio de hoy nos habla de "sumos sacerdotes y
fariseos". Los unos, por su oficio, y los otros por su estricta aunque hipócrita
observancia de la ley, se consideraban "autoridad" y creían que eran líderes del
pueblo.
2.2 Sin embargo, estos líderes tiene miedo del pueblo al que dicen representar. El
pueblo ve en Jesús un profeta y estos protectores del pueblo quieren quitar a Jesús
de en medio. Pero tienen miedo de sus protegidos y les angustia pensar que se
vuelvan contra ellos los mismo que guían. ¿De dónde esta contradicción?
2.3 Es un caso en que podemos aprender lo que significa una falsa autoridad. No
obedecen a Dios y no buscan el bien de la gente. Obedecen a sus intereses y
quieren cuidar su fama, su honra y sus privilegios. Por eso les estorba Jesús y por
eso harán todo para eliminar a Jesús.
2.4 Y lo lograrán: quitaran a Jesús de la tierra, con lo cual lo habrán liberado del
poder inicuo que ellos mismos detentan. La muerte de Jesús será el triunfo más
grande de su astucia y el fracaso más grande de su locura. Puesto en el umbral de
la muerte, este Cristo estará también puesto en las manos del Dios Fuerte. Y
resucitado de entre los muertos ni la muerte ni los siervos de la muerte tendrán ya
poder sobre él.
Fr. Nelson Medina, O.P.