EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Lucas 4,24-30.
Después agregó: "Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra.
Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando
durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el
país.
Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en
el país de Sidón.
También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero
ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio".
Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron
y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la
colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo.
Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.
Comentario del Evangelio por:
San Juan Crisóstomo ( c 345-407), sacerdote en Antioquía, después obispo
de Constantinopla, doctor de la Iglesia
Sermón sobre Elías, la viuda y la limosna; PG 51, 348
Acoger a Cristo
La viuda de Sarepta acoge al profeta Elías con toda generosidad y agota toda su
pobreza en su honor, aunque sea un extranjero de Sidón. Jamás había escuchado
lo que dicen los profetas sobre el mérito de la limosna, y menos todavía la palabra
del Cristo: " Tuve hambre y me disteis de comer " (Mt 25,35).
¿Cuál será nuestra excusa, si después de de tales exhortaciones, después de la
promesa de recompensas tan grandes, después de la promesa del Reino de cielos y
de su felicidad, no alcanzamos el mismo grado de bondad que esta viuda? Una
mujer de Sidón, una viuda, encargada del cuidado de una familia, amenazada por
el hambre y que ve venir la muerte, abre su puerta para acoger a un hombre
desconocido y le da la poca harina que se le queda...
¿Pero nosotros, que hemos sido instruidos por los profetas, que escuchamos las
enseñanzas de Cristo, que tenemos la posibilidad de reflexionar sobre el futuro, que
no estamos amenazados por el hambre, que poseemos mucho más que esta mujer,
tendremos excusa, si no nos atrevemos a compartir nuestros bienes? ¿
Descuidaremos nuestra propia salvación?...
Manifestemos pues hacia los pobres una gran compasión, con el fin de ser dignos
de poseer para la eternidad los bienes futuros, por gracia y amor de nuestro Señor
Jesucristo.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”