EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Mateo 18,21-35.
Entonces se adelantó Pedro y le dijo: "Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a
mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?".
Jesús le respondió: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con
sus servidores.
Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos.
Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus
hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda.
El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: "Señor, dame un plazo y te pagaré
todo".
El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda.
Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios
y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: 'Págame lo que me debes'.
El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: 'Dame un plazo y te pagaré la deuda'.
Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a
contarlo a su señor.
Este lo mandó llamar y le dijo: '¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda.
¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí
de tí?'.
E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo
que debía.
Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a
sus hermanos".
Comentario del Evangelio por :
San Cesareo de Arlés (470-543), monje y obispo
Sermón 25, SC 243 (trad. Breviario lunes 17 del tiempo ordinario)
“¿No debías, a tu regreso, tener compasi￳n de tu compa￱ero, como yo la
tuve de ti?”
Existe, pues, una misericordia terrena y humana, otra celestial y divina. ¿Cuál es
la misericordia humana? La que consiste en atender a las miserias de los pobres.
¿Cuál es la misericordia divina? Sin duda, la que consiste en el perdón de los
pecados... Dios, en este mundo, padece frío y hambre en la persona de todos los
pobres, como dijo él mismo (Mt 25,40)...
¿Cómo somos nosotros, que, cuando Dios nos da, queremos recibir y, cuando
nos pide, no le queremos dar? Porque, cuando un pobre pasa hambre, es Cristo
quien pasa necesidad, como dijo él mismo: Tuve hambre, y no me disteis de
comer. No apartes, pues, tu mirada de la miseria de los pobres, si quieres esperar
confiado el perdón de los pecados... y lo que reciba aquí en la tierra lo devolverá
luego en el cielo.
Os pregunto, hermanos, ¿qué es lo que queréis o buscáis cuando venís a la
iglesia? Ciertamente la misericordia. Practicad, pues, la misericordia terrena, y
recibiréis la misericordia celestial. El pobre te pide a ti, y tú le pides a Dios; aquél
un bocado, tú la vida eterna...Por esto, cuando vengáis a la iglesia, dad a los
pobres la limosna que podéis, según vuestras posibilidades.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”