V Domingo de Cuaresma, Ciclo C
San Juan 8, 1-11
HABEMUS PAPAM
Es una alegría, una esperanza, una acción de gracias a Jesús el Señor de la Iglesia,
que brota de lo hondo de nuestro corazón creyente, por el regalo inmenso que ha
hecho al mundo actual con la elección del cardenal Bergoglio, Papa Francisco 1.
Han quedado atrás los cabildeos y análisis políticos y sociológicos y
demostrado una vez más la inutilidad de pronósticos en la elección de los Papas.
Sólo la Fe Cristiana muestra la realidad en relación a la Iglesia . El
protagonista en la Iglesia es Jesucristo . Desde el Papa a una vela encendida
en las ceremonias son mediaciones (signos) de su Presencia de Resucitado que
nos acompaña en la historia señalándonos el camino de la verdad del amor y la
vida en plenitud 1 Por cierto, que no todas la mediaciones tienen el mismo valor.
Algunas tienen origen en vida histórica de Jesús como son los Papas desde
Pedro hasta hoy Francisco 1. Otras mediaciones pertenecen, simplemente, a
normas eclesiásticas.
Por eso, la importancia histórica que estamos celebrando dentro y fuera de la
Iglesia Católica. De ahí, la importancia de leer a la luz de la Fe Cristiana palabras,
gestos y actitudes que gracias a los Medios de Comunicación actual los podemos
vivir, instante a instante, desde el martes pasado y en forma tan cercana en el
afecto familiar para unos, de amistad para muchos y de nacionalidad para
argentinos y latinoamericanos.
Para el mundo entero y en particular para todos los bautizados en la Iglesia
Católica no podemos quedarnos en los sentimientos por muy justos y nobles que
sean…
De alguna manera Jesús nos habla hoy por hoy a través de Francisco 1 . Es
actualmente, como lo fue Simón Pedro en su momento, el Pastor máximo para
guiar a su Iglesia. Esta es la razón de estar atentos a gestos y palabras del Papa,
hoy Francisco 1
Por eso, son tan significativos los tres primeros gestos al momento de salir al
balcón para presentarse como Papa elegido en el Cónclave cardenalicio;
Orar con el Pueblo. Elegir el nombre de Francisco. Pedir la Bendición al
Pueblo.
- Entiendo que Estos gestos hay que leerlos como muestra que en el Papa y en todo
miembro de Iglesia la primera instancia del ser y misión del cristiano es
invocar a Jesús para obrar conforme a su Evangelio . Sencillamente en todo
momento preguntarse qué haría Jesús aquí y ahora para saber y ser capaz de optar
conforme al plan del Padre Dios. Esto es ser santo . Esto es convertirse a Jesús y su
Evangelio . Esto es transformar la historia cotidiana, personal, familiar, social,
política en una historia de salvación. Esto es desterrar el pecado del dualismo de Fe
y Vida. La esquizofrenia de la vida espiritual de muchos bautizados que son hasta
“piadosos”, pero, sin proyectar en su diario vivir los valores del Evangelio. Por eso
que al elegir el nombre de Francisco, el Papa actual, muestra que la renovación de
1 Juan 14,
la Iglesia comienza por la transformación de cada uno asumiendo los criterios de
Jesús y asumiendo las actitudes evangélicas en accionar personal. S.Francisco de
Asís desde su propia vida comenzó la renovación
Insisto una vez más, cardenales y laicos, Obispos y presbíteros, diáconos y
consagrados tanto en la vida religiosa como laical somos personalmente
responsables de una Iglesia fiel a Jesucristo y su Evangelio. Formamos todos un
solo cuerpo a tal punto que S.Pablo se atreve a decir que los bautizados somos la
plenitud del mismo Jesucristo, quién sería incompleto sin nosotros.
Francisco 1 pidió que la Iglesia lo bendijera a él antes de bendecir él a la Iglesia.
Con esta actitud dio una profunda lección de teología sobre la Iglesia: todos somos
iguales unidos en un solo cuerpo diferenciándonos en diversos servicios, carismas y
dones que a su vez concurren al bien del conjunto porque todos vivimos del mismo
Espíritu de Jesús resucitado. 2 Si todos iguales en dignidad , todos somos
corresponsables del ser y misión de la Iglesia. Todos somos discípulos, testigos,
misioneros para anunciar que Jesús es el Señor de la Iglesia y de la Historia.
Mons. Miguel Esteban Hesayne
2 1 Corintios 12,1-11