EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Juan 8,12-20.
Jesús les dirigió una vez más la palabra, diciendo: "Yo soy la luz del mundo. El que
me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida".
Los fariseos le dijeron: "Tú das testimonio de ti mismo: tu testimonio no vale".
Jesús les respondió: "Aunque yo doy testimonio de mí, mi testimonio vale porque
sé de dónde vine y a dónde voy; pero ustedes no saben de dónde vengo ni a dónde
voy.
Ustedes juzgan según la carne; yo no juzgo a nadie,
y si lo hago, mi juicio vale porque no soy yo solo el que juzga, sino yo y el Padre
que me envió.
En la Ley de ustedes está escrito que el testimonio de dos personas es válido.
Yo doy testimonio de mí mismo, y también el Padre que me envió da testimonio de
mí".
Ellos le preguntaron: "¿Dónde está tu Padre?". Jesús respondió: "Ustedes no me
conocen ni a mí ni a mi Padre; si me conocieran a mí, conocerían también a mi
Padre".
El pronunció estas palabras en la sala del Tesoro, cuando enseñaba en el Templo. Y
nadie lo detuvo, porque aún no había llegado su hora.
Comentario del Evangelio por:
San Agustín (354-430), obispo de Hipona (Norte de África) y doctor de la
Iglesia
Sermón sobre el evangelio de Juan, n° 35, 4-5.9
“El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la
vida”
Los fariseos le dijeron: "tú das testimonio de tí mismo y tu testimonio no vale"...
Jesús les respondió: "sí, yo doy testimonio de mí mismo y mi testimonio es válido,
porque sé de dónde vengo y a donde voy". La luz muestra los objetos que alumbra,
y al mismo tiempo se muestra a ella misma... “Yo sé de dónde vengo y a donde
voy."
El que está delante de vosotros y el que habla posee lo que no dejó: viniendo
aquí abajo, no dejó el cielo, y regresando allí, no nos abandonó... Esto es imposible
para el hombre, esto es imposible para el mismo sol: cuando se dirige hacia
occidente, abandona oriente y, hasta que regresa a oriente, no está allí más. Pero
nuestro Señor Jesucristo, viene sobre tierra y está en el cielo; regresa al cielo, y
está sobre tierra...
San Pedro escribe: "Así tenemos más confirmada la palabra de los profetas, y
hacéis muy bien en prestarle atención, como una lámpara que brilla en un lugar
oscuro, hasta que despunte el día" (2P 1,19). Cuando venga nuestro Señor, según
las palabras del apóstol Pablo, "Él iluminará lo que esconden las tinieblas" (1Co
4,5)... Ante tal luz, las antorchas no nos serán necesarias: no leeremos más a los
profetas, no abriremos más las epístolas de los apóstoles, no pediremos más el
testimonio de Juan Bautista, no necesitaremos más el Evangelio.
Todas las Escrituras, que nos sirvieron de antorchas en medio de la noche de
nuestro mundo, desaparecerán... ¿Qué veremos?... "En el principio existía el Verbo,
y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios" (Jn 1,1). Vendrás a sacar de la
fuente de donde surgió el rocío que te fue dado, de donde salieron estos rayos
quebrantados que llegaban dando mil rodeos hasta tu corazón envuelto con
tinieblas. Verás al descubierto la luz misma... "Lo que un día seremos aún no se ha
manifestado. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él,
porque lo veremos tal cual es" (1Jn 3,2)... Yo, yo voy a dejar este libro; fue bueno
gozar de su luz juntos, pero aunque no lo tengamos, no perdemos esta luz.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”