Semana Santa
Lunes
Juan 12, 1-11
Breve introducción
Este episodio del encuentro de Jesús, Marta, María y Lázaro, es el encuentro
plenamente humano en Jesús que se despide de sus más íntimos amigos teniendo
presente que a los pocos días iba a morir. Jesús es Dios hecho plenamente hombre
en todas las dimensiones de la humanidad.
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En este episodio más allá de la manifestación de la humanidad de Jesús, el
gesto de María de Betania es la expresión de una fe y de un profundo amor a Jesús,
hombre-Dios. Este gesto es un sacrificio de alabanza al hombre que lo cree
profundamente Dios. El acto de ungirlo con el perfume más precioso fue un acto de
adoración, un gesto gratuito de alabanza que nos enseña que el servicio a los
pobres tiene su origen en la virtud de la pobreza imitando a Jesús pobre despojado
absolutamente de lo que no es necesario para vivir en plenitud humana. Fue
entonces un acto de fe en Dios-hombre o en el hombre-Dios y no un derroche como
lo entendió Judas Iscariote enceguecido por el afán de dinero.
Esta escena anima a quienes “pierden tiempo en horas de adoración a Jesús
presente en la eucaristía”. La adoración no tiene precio, es un acto gratuito de
amor.
Mons. Miguel Esteban Hesayne