EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Martes de la segunda semana de Pascua
Libro de los Hechos de los Apóstoles 4,32-37.
La multitud de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba
como propios sus bienes, sino que todo lo tenían en común.
Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder,
y aquél era para todos un tiempo de gracia sin igual.
Entre ellos ninguno sufría necesidad, pues los que poseían campos o casas los
vendían, traían el dinero
y lo depositaban a los pies de los apóstoles, que lo repartían según las necesidades
de cada uno.
Así lo hizo José, un levita nacido en Chipre, a quien los apóstoles llamaban Bernabé
(que quiere decir: “El que conforta”).
Éste vendió un campo de su propiedad, trajo el dinero de la venta y lo puso a los
pies de los apóstoles.
Salmo 93(92),1-2.5.
Reina el Señor, vestido de grandeza, el Señor se revistió de poder, lo ciñó a su
cintura, el mundo está ahora firme e inamovible.
Tu trono está erigido desde siempre, pues tú eres, Señor, desde la eternidad.
Nada hay más seguro que tus palabras, tu casa es el lugar de la santidad, oh
Señor, día tras día y para siempre.
Evangelio según San Juan 3,7b-15.
No te extrañes de que te haya dicho: “Necesitan nacer de nuevo desde arriba”.
El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni
adónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu.»
Nicodemo volvió a preguntarle: «¿Cómo puede ser eso?»
Respondió Jesús: «Tú eres maestro en Is rael, y ¿no sabes estas cosas?
En verdad te digo que nosotros hablamos de lo que sabemos, y damos testimonio
de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.
Si ustedes no creen cuando les hablo de cosas de la tierra, ¿cómo van a creer si les
hablo de cosas del Cielo?
Sin embargo, nadie ha subido al Cielo sino sólo el que ha bajado del Cielo, el Hijo
del Hombre.
Recuerden la serpiente que Moisés hizo levantar en el desierto: así también tiene
que ser levantado el Hijo del Hombre,
y entonces todo el que crea en él tendrá por él vida eterna.
Comentario del Evangelio por:
San Efrén (c.306-373), diácono en Siria, doctor de la Iglesia
Himno 1 sobre la Resurrección
“Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo” (Jn 3, 13)
El pastor de todos ha bajado
a buscar a Adán, la oveja perdida
la puso sobre sus hombros y subió
ofreciéndose como sacrificio al amo del rebaño (Lc 15,4; Jn 10,11).
¡Bendito su descenso a nosotros!
Como rocío y lluvia vivificante
descendió sobre María, la tierra agostada
Grano de trigo, encerrado en la tierra
germina en pan tierno (Jn 12,24).
¡Bendita sea su ofrenda!
Desde arriba descendió el poder hacia nosotros
en el seno de la Virgen brilló la esperanza
de la tumba, la vida ha surgido para nosotros
Está sentado a la derecha del Padre como Rey nuestro.
¡Bendita su gloria!
Descendió como torrente desde las alturas
brota de María como retoño
colgado del leño como un fruto
sube al cielo como ofrenda de primicias.
¡Bendita su voluntad!
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”