EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Juan 6,44-51.
Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me envió. Y yo lo resucitaré en el
último día.
Está escrito en los Profetas: Serán todos enseñados por Dios, y es así como viene a
mí toda persona que ha escucha do al Padre y ha recibido su enseñanza.
Pues por supuesto que nadie ha visto al Padre: sólo Aquel que ha venido de Dios ha
visto al Padre.
En verdad les digo: El que cree tiene vida eterna.
Yo soy el pan de vida.
Sus antepasados comieron el maná en el desierto, pero murieron:
aquí tienen el pan que baja del cielo, para que lo coman y ya no mueran.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para
siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo.»
Comentario del Evangelio por:
Beata Teresa de Calcuta (1910-1997), fundadora de la Hermanas
Misioneras de la Caridad
Carta a un sacerdote, 17/02/1978
“Este pan vivo, que ha bajado del cielo; el que coma de él no morirá”
“Tenía hambre, estaba desnudo, estaba desamparado. A mí me lo hicisteis” (Mt
25,40). El Pan de vida y el hambriento, pero un solo amor: solamente Jesús. Su
humildad es realmente maravillosa. Puedo comprender su majestuosidad, su
grandeza, porque él es Dios – pero su humildad sobrepasa mi comprensión, porque
Él se convirtió en Pan de vida para que incluso un niño tan pequeño como yo
pudiera comerlo y vivir.
Hace algunos días les estaba dando la santa comunión a nuestras hermanas en
la Casa Madre, y de repente me di cuenta de que tenía a Dios entre los dedos. La
grandeza de la humildad de Dios. Realmente “no hay amor más grande” – no hay
amor más grande que el amor de Cristo (Juan 15,13) Estoy seguro de que a
menudo vosotros experimentáis esta sensación de que tanto en vuestra predicación
como entre vuestras manos, el pan se convierte en el cuerpo de Jesús y el vino en
sangre de Jesús. ¡Qué grande debe ser vuestro amor por Cristo! No hay amor más
grande que el amor de un sacerdote hacia Cristo, “su Señor y su Dios” (Juan
20,28).
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”