Yo soy la puerta de las ovejas”
Jn 10; 1-10
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
Lectio Divina
QUÉ DIFÍCIL RESULTA TENER LA HUMILDAD DE RECONOCER SU VOZ DE
VERDADERO PASTOR
Todas las lecturas de hoy tienen como fondo la presencia de Cristo, buen pastor,
enviado por el Padre a reunir la grey. El Evangelio define también al pastor como
la «puerta» que introduce en el redil. Él es quien hace entrar en la intimidad y en
la comunión de vida con el Padre. Ésta es la orientación de toda la vida de los
hombres: volver a casa, al seno del Padre, de donde ha venido Cristo y a donde
ha vuelto tras haber realizado su misión de salvarnos.
En consecuencia, el tiempo presente es un tiempo de camino, de retorno, de
búsqueda, de nostalgia, y todo lo que nos sucede tiene un sentido referido a la
meta que debemos alcanzar. Pues bien, el designio de Dios se presenta,
justamente, como un ir a buscar a los hombres dispersos para llevarlos a la
salvación, a la vida. Y Jesús es la puerta por la que es preciso que entremos: la
puerta de la salvación, de la vida, de la esperanza. Es todo eso y mucho, mucho
más.
Sin embargo, ¡qué difícil resulta tener la humildad de reconocer su voz de
verdadero pastor, que nos invita a salir de las estrecheces de nuestro egoísmo
para introducirnos en el Reino de la verdadera libertad! Toda nuestra vida se
juega en nuestra decisión de escuchar, seguir y entrar en Jesús.
ORACION
Jesús, pastor y sustento de tus fieles, guía seguro y sendero de vida, tú que
conoces a todos por su nombre y nos llamas todos los días uno a uno, haznos
capaces de reconocer tu voz, de sentir el calor de tu presencia que nos envuelve,
incluso cuando el camino sea estrecho, impracticable, y la noche, profunda e
interminable.
Siguiéndote sin resistencias y sin miedos, llegaremos a los prados que verdean, a
las fuentes frescas de tu morada, donde nos harás beber y reposar.