EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Fiesta de san Marcos, evangelista
Epístola I de San Pedro 5,5b-14.
También ustedes, los más jóvenes, sean sumisos a la autoridad de los Ancianos.
Revístanse de humildad unos para con los otros, porque Dios resiste a los
orgullosos, pero da su gracia a los humildes.
Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que, llegado el momento, él
los levante.
Depositen en él todas sus preocupaciones, pues él cuida de ustedes.
Sean sobrios y estén vigilantes, porque su enemigo, el diablo, ronda como león
rugiente buscando a quién devorar.
Resístanle firmes en la fe, sabiendo que nuestros hermanos en este mundo se
enfrentan con sufrimientos semejantes.
Dios, de quien procede toda gracia, los ha llamado en Cristo para que compartan su
gloria eterna, y ahora deja que sufran por un tiempo con el fin de amoldarlos,
afirmarlos, hacerlos fuertes e inconmovibles.
Gloria a él por los siglos de los siglos. Amén.
He recurrido a Silvano, nuestro hermano, para escribirles estas breves líneas, pues
lo considero digno de toda confianza. Quise animarlos y recalcar que esto es gracia
de Dios: estén firmes.
Los saluda la comunidad que Dios ha congregado en Babilonia, también los saluda
mi hijo Marcos.
Salúdense unos a otros con el beso fraterno. Paz a todos ustedes, que están en
Cristo.
Salmo 89(88),2-3.6-7.16-17.
El amor del Señor por siempre cantaré, tu fidelidad proclamaré de siglo en siglo;
yo digo: tu favor es eterno, al hacer el cielo, pusiste en él tu fidelidad.
Señor, los cielos celebran tus maravillas, y tu fidelidad, la asamblea de los santos.
Pues, en las nubes, ¿quién es igual al Señor? ¿Quién se le parece entre los hijos de
los dioses?
Dichoso el pueblo que sabe aclamarte, y que avanza a la luz de tu faz, Señor;
tu Nombre es su alegría todo el día y lo ensalza tu justicia.
Evangelio según San Marcos 16,15-20. “
Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación.
El que crea y se bautice, se salvará; el que se niegue a creer será condenado.
Estas señales acompañarán a los que crean: en mi Nombre echarán demonios y
hablarán nuevas lenguas;
tomarán con sus manos serpientes y, si beben algún veneno, no les hará daño;
impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán sanos.»
Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de
Dios.
Ellos, por su parte, salieron a predicar en todos los lugares. El Señor actuaba con
ellos y confirmaba el mensaje con los milagros que los acompañaban.
Comentario del Evangelio por :
San Bruno de Segni (c. 1045-1123), obispo
Comentario al Evangelio de Marcos
“El Señor trabajaba con ellos y confirmaba la Palabra”
El Se￱or le dijo a los Once: “Estas se￱ales acompa￱arán a los que crean: en mi
Nombre, echarán demonios; hablarán un nuevo lenguaje; tomarán a las serpientes
con las manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño; le impondrán sus
manos a los enfermos, y los enfermos recuperarán la salud”. En la Iglesia primitiva,
todos estos signos que el Señor enumera, no solo los apóstoles, sino también
muchos otros santos los cumplieron al pie de la letra. Los paganos no habrían
abandonado el culto a los ídolos si la predicación evangélica no hubiera sido
confirmada por tantos signos y milagros. De hecho, ¿no eran los discípulos de
Cristo los que predicaban a “un Mesías crucificado, escándalo para los judíos y
locura de los paganos”, según la expresi￳n de san Pablo? (1Co 1,23)...
Pero en cuanto a nosotros, ya no necesitamos signos y prodigios: nos basta leer
o escuchar la historia de los que estuvieron allí. Porque nosotros creemos en el
Evangelio, creemos en lo que cuentan las Escrituras.
No obstante, aún se producen señales todos los días; y si realmente queremos
prestar atención, reconoceremos que tal vez éstas tienen más valor que los
milagros materiales de otros tiempos.
Cada día los sacerdotes dan el bautismo y hacen llamadas a la conversión: ¿no
es eso cazar a los demonios? Cada día hablan un lenguaje nuevo cuando explican
las santas Escrituras y reemplazan los antiguos escritos con la novedad del sentido
espiritual. Hace huir a las serpientes, cuando quitan lo que une a los corazones de
los pecadores con el vicio, por una dulce persuasión...; curan a los enfermos
cuando reconcilian a Dios con sus almas inválidas por medio de sus plegarias. Tales
eran los signos que el Señor había prometido para sus santos: tales son los que se
realizan aún hoy en día.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”