El signo del discípulo y misionero de Cristo: el amor.
2013-04-28
Del santo Evangelio según san Juan 13, 31-33. 34-35
Cuando Judas salió del cenáculo, Jesús dijo: «Ahora ha sido glorificado el Hijo del
hombre y Dios ha sido glorificado en Él. Si Dios ha sido glorificado en Él, también
Dios lo glorificará en sí mismo y pronto lo glorificará.
Hijitos, todavía estaré un poco con ustedes. Les doy un mandamiento nuevo:
que se amen los unos a los otros, como yo los he amado ; y por este amor
reconocerán todos que ustedes son mis discípulos».
Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor, soy privilegiado al poder tener este rato de oración contigo. Consciente de
mis fallas, confío en tu misericordia y en tu amor. Te ofrezco mi mente abierta y
dispuesta a escuchar lo que hoy me quieres decir, para que así se encienda en mí el
fuego de tu amor divino y pueda amar a los demás como Tú me has amado.
Petición
Jesús, concédeme amarte con todo mi corazón, con toda mi alma y con todas mis
fuerzas.
Meditación
El signo del discípulo y misionero de Cristo: el amor.
«Meditad la Palabra de Dios. Descubrid el interés y la actualidad del Evangelio.
Orad. La oración, los sacramentos, son los medios seguros y eficaces para ser
cristianos y vivir “arraigados y edificados en Cristo, afianzados en la fe”. El Año de
la fe será una ocasión para descubrir el tesoro de la fe recibida en el bautismo.
Podéis profundizar en su contenido estudiando el Catecismo, para que vuestra fe
sea viva y vivida. Entonces os haréis testigos del amor de Cristo para los demás. En
él, todos los hombres son nuestros hermanos. La fraternidad universal inaugurada
por él en la cruz reviste de una luz resplandeciente y exigente la revolución del
amor. “ Amaos unos a otros como yo os he amado”. En esto reside el
testamento de Jesús y el signo del cristiano . Aquí está la verdadera revolución
del amor. Por tanto, Cristo os invita a hacer como Él, a acoger sin reservas al otro,
aunque pertenezca a otra cultura, religión o país. Hacerle sitio, respetarlo, ser
bueno con él, nos hace siempre más ricos en humanidad y fuertes en la paz del
Señor» (Benedicto XVI, 15 de septiembre de 2012).
Reflexión apostólica
«Y el único modo auténtico de amar a Cristo es cumplir sus mandamientos;
particularmente su mandamiento por excelencia: “Os doy un mandamiento nuevo:
que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis
también vosotros los unos a los otros”. Vivir el amor es descubrir y servir a Cristo
en los demás. Vivir el amor es donarse cristianamente a los demás» (Manual del
miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 36).
Diálogo con Cristo
(Es mejor si este diálogo se hace espontáneamente, de corazón a corazón).
Jesús mío, tu vida es un continuo testimonio de amor. Perdonas a tus enemigos e
incluso oras por ellos. Mi amor debe ser un reflejo de tu amor, pero me doy cuenta
de que puedo amar mucho más de lo que he amado hasta ahora. Ayúdame hoy a
aumentar mi amor a Ti y a los demás y dejar de lado mi egoísmo que me frena
para amar en la medida de tu mismo amor.
Propósito
Manifestaré hoy mi fe en Jesús siendo delicado y respetuoso en mi trato cotidiano
con los demás.
«El cristiano ama a Cristo en el prójimo, y ama al prójimo por amor a Cristo»
( Cristo al centro , n. 328).