EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Jueves de la quinta semana de Pascua
Libro de los Hechos de los Apóstoles 15,7-21.
Después de una acalorada discusión, Pedro se puso en pie y dijo: «Hermanos:
ustedes saben cómo Dios intervino en medio de ustedes ya en los primeros días,
cuando quiso que los paganos escucharan de mi boca el anuncio del Evangelio y
abrazaran la fe.
Y Dios, que conoce los corazones, se declaró a favor de ellos, al comunicarles el
Espíritu Santo igual que a nosotros.
No ha hecho ninguna distinción entre nosotros y ellos, sino que purificó sus
corazones por medio de la fe.
¿Quieren ustedes mandar a Dios ahora? ¿Por qué quieren poner sobre el cuello de
los discípulos un yugo que nuestros padres no fueron capaces de soportar, ni
tampoco nosotros?
Según nuestra fe, la gracia del Señor Jesús es la que nos salva, del mismo modo
que a ellos.»
Toda la asamblea guardó silencio y escucharon a Bernabé y a Pablo, que contaron
las señales milagrosas y prodigios que Dios había realizado entre los paganos a
través de ellos.
Cuando terminaron de hablar, Santiago tomó la palabra y dijo: «Hermanos,
escúchenme:
Simeón acaba de recordar cómo Dios, desde el primer momento, intervino para
formarse con gentes paganas un pueblo para él.
Los profetas hablan el mismo lenguaje, pues está escrito:
Después de esto volveré y construiré de nuevo la choza caída de David.
Reconstruiré sus ruinas y la volveré a levantar,
para que el resto de los hombres busque al Señor: todas esas naciones sobre las
cuales ha sido invocado mi Nombre. Así lo dice el Señor, que hoy realiza
lo que tenía preparado desde siempre.
Por esto pienso que no debemos complicar la vida a los paganos que se convierten
a Dios.
Digámosles en nuestra carta (que se abstengan de lo que es impuro por haber sido
ofrecido a los ídolos, de las relaciones sexuales prohibidas, de la carne de animales
sin sangrar y de comer sangre.
Porque desde tiempos antiguos leen a Moisés todos los sábados en las sinagogas de
cada ciudad.»)
Salmo 96(95),1-2.3.10.
¡Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra!
Canten al Señor, bendigan su nombre, su salvación anuncien día a día.
Cuenten su gloria a las naciones
y a todos los pueblos sus maravillas.
«El Señor reina», anuncien a los pueblos,
él fijó el universo inamovible,
él juzgará a los pueblos con justicia.
Evangelio según San Juan 15,9-11.
Como el Padre me amó, así también los he amado yo: permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he cumplido
los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he dicho todas estas cosas para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea
completa.
Comentario del Evangelio por:
Beata Teresa de Calcuta (1910-1997), fundadora de las Hermanas
Misioneras de la Caridad
No hay alegría más grande, p. 33
“...para que vuestra alegría sea completa.”
“Dios ama al que da con alegría”, dice San Pablo (2 Cor 9,7) El mejor medio para
manifestar nuestro agradecimiento a Dios y a los demás, es aceptarlo todo con
alegría. Un corazón alegre es el resultado lógico de un corazón ardiente en amor.
Los pobres se sentían atraídos por Jesús porque en él habitaba algo mayor que él,
irradiaba esta fuerza a través de sus ojos, sus manos, por todo su cuerpo. Todo su
ser manifestaba la entrega de sí mismo a Dios y a los humanos.
¡Que nada nos pueda preocupar de tal modo que nos llene de tristeza y de
desánimo, que nos quite el gozo de la resurrección! La alegría no es una simple
cuestión de temperamento cuando se trata de servir a Dios y a las almas; exige
siempre un esfuerzo. Esto es una razón más para intentar adquirirla y hacerla
crecer en nuestros corazones. Incluso, si tenemos poco para compartir, siempre
nos quedará la alegría que nace de un corazón enamorado de Dios.
Por todas partes del mundo, la gente está sedienta y hambrienta del amor de
Dios. Nosotros respondemos a esta necesidad cuando sembramos la alegría. Es una
de las mejores fortalezas contra la tentación. Jesús puede tomar plena posesión de
un alma que se abandona en él con alegría.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”