Comentario al evangelio del Miércoles 01 de Mayo del 2013
Queridos amigos:
Empezamos el mes de mayo con muchos motivos para la esperanza. Tradicionalmente éste es un mes
dedicado a la Virgen María. Hay varias maneras de contemplar su misterio, pero, en el contexto
litúrgico en el que nos encontramos, podemos verla como la Madre que aglutina a la comunidad a la
espera del fuego de Pentecostés. Ella es el corazón de la comunidad y, al mismo tiempo, es la que abre
la comunidad a la fuerza del Espíritu. El mismo Espíritu que la cubrió a ella "con su sombra" en la
encarnación es el que cubre ahora a la comunidad para que sea fecunda en el anuncio del evangelio a
todo el mundo.
El mes empieza también con una memoria de San José, el trabajador de Nazaret. La mejor síntesis que
conozco de su vida laboral y de su proyecto de santidad la encuentro en tres estrofas del himno
litúrgico:
El alba mensajera
del sol de alegre brillo
conoce ese martillo
que suena en la madera.
La mano carpintera
madruga a su quehacer,
y hay gracia antes que sol en el taller.
Cabeza de tu casa
del que el Señor se fía,
por la carpintería
la gloria entera pasa.
Tu mano se acompasa
con Dios en la labor,
y alargas tú la mano del Señor.
Y, pues el mundo entero
te mira y se pregunta,
di tú cómo se junta
ser santo y carpintero,
la gloria y el madero,
la gracia y el afán,
tener propicio a Dios y escaso el pan.
Hoy se celebra internacionalmente el día de trabajo. Hace apenas unos días se daban las cifras de paro
en España, ya pasamos los seis millones de parados. Ellos son las víctimas de esta lasga crisis que se
sufre en Europa. Pongo a continuación algunas otras cifras extraídas del comunicado que la HOAC ha
elaborado para este día:
Sobre los dos mil ochocientos cincuenta millones trabajadores y trabajadoras en el mundo 49%
ganan menos de 2 dólares al día y entre ellos, el 39% menos de un dólar! Dos cientos millones de
hombres y mujeres están sin empleo!
La pobreza se ha agravado a través del mundo. Según un informe de la OCDE, 60% de los
trabajadores/as no tienen contrato y están expuestos a la inseguridad del trabajo.
Y, por supuesto, tenemos nuestra ración diaria de Palabra de Dios. En los Hechos de los Apóstoles
estalla el conflicto más grave de la primitiva comunidad: la disputa entre los partidarios de seguir
algunas tradiciones judías y los defensores de la libertad cristiana. ¿Lo mejor de todo? Que "los
apóstoles y los presbíteros se reunieron a examinar el asunto". Seguiremos el curso de este
discernimiento que tanto puede iluminarnos en el presente.
Del evangelio rescato unas palabras de Jesús: "Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto
abundante". Los cristianos no somos plantas ornamentales en el jardín del mundo. Somos árboles
frutales.
Vuestro amigo.
Fernando Gonzalez
Fernando Gonzalez