Comentario al evangelio del Martes 28 de Mayo del 2013
La primera lectura nos ofrece un buen elenco de ofrendas que agradan a Dios: cumplir los
mandamientos, hacer favores, dar limosna, apartarse del mal y de la injusticia… presentarnos ante Dios
con las manos llenas de una vida comprometida con los valores del Reino de Dios. Pero me llama
especialmente la atención la frase: “Da al Altísimo como é te dio”. ¡y que verdad¡ Cómo podemos
esperar paga especial, si El ya nos lo ha dado todo, o mejor, ya se nos ha dado totalmente en Jesucristo.
Y nosotros seguimos esperando pequeños pagos por nuestras mezquinas ofrendas “ofrendas”.
En evangelio nos augura un futuro de plenitud si nos hacemos disponibles hoy a la voz a de Dios que
nos llama a la entrega por el Reino. El premio es el ciento por uno. Aquellos testigos que han sabido
escuchar esta llamada y se han dado por entero a la causa de Jesús lo saben bien. Nunca se sintieron tan
llenos como cuando se vaciaron, nunca se sintieron tan poderosos como cuando se hicieron débiles,
nunca fueron tan sabios como cuando hicieron el viaje de la sencillez y la simplicidad… A nosotros
parece que nos cuesta arrancar. Seguimos queriendo nadar y guardar la ropa, seguimos con la mano en
el arado y mirando a atrás, seguimos queriendo ser “seguidores de Jesús”, pero “razonables
seguidores”…no me acuerdo muy bien pero tengo la vaga idea de que Jesús habló una vez de los
tibios…aunque eso mejor será dejarlo tranquilo, no vamos a exagerar… ¿verdad?
J.A.C.