Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Ciclo C, Tiempo Ordinario,
Domingo de la Semana No. 10
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Mira, tu hijo está vivo * Te ensalzaré, Señor, porque me
has librado. * Reveló a su Hijo en mí, para que yo lo anunciara a los gentiles. *
¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!
Textos para este día:
1Reyes 17, 17-24:
En aquellos días, cayó enfermo el hijo de la señora de la casa. La enfermedad era
tan grave que se quedó sin respiración. Entonces la mujer dijo a Elías: "¿Qué tienes
tú que ver conmigo? ¿Has venido a mi casa para avivar el recuerdo de mis culpas y
hacer morir a mi hijo?"
Elías respondió: "Dame a tu hijo."
Y, tomándolo de su regazo, lo subió a la habitación donde él dormía y lo acostó en
su cama. Luego invocó al Señor: "Señor, Dios mío, ¿también a esta viuda que me
hospeda la vas a castigar, haciendo morir a su hijo?"
Después se echó tres veces sobre el niño, invocando al Señor: "Señor, Dios mío,
que vuelva al niño la respiración."
El Señor escuchó la súplica de Elías: al niño le volvió la respiración y revivió. Elías
tomó al niño, lo llevó al piso bajo y se lo entregó a su madre, diciendo: "Mira, tu
hijo está vivo."
Entonces la mujer dijo a Elías: "Ahora reconozco que eres un hombre de Dios y que
la palabra del Señor en tu boca es verdad."
Salmo 29 :
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se
rían de mí.
Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R.
Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo; su cólera dura
un instante; su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la
mañana, el júbilo. R.
Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme. Cambiaste mi luto en
danzas. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R.
Gálatas 1, 11-19 :
Os notifico, hermanos, que el Evangelio anunciado por mí no es de origen humano;
yo no lo he recibido ni aprendido de ningún hombre, sino por revelación de
Jesucristo.
Habéis oído hablar de mi conducta pasada en el judaísmo: con qué saña perseguía
a la Iglesia de Dios y la asolaba, y me señalaba en el judaísmo más que muchos de
mi edad y de mi raza, como partidario fanático de las tradiciones de mis
antepasados.
Pero, cuando aquel que me escogió desde el seno de mi madre y me llamó por su
gracia se dignó revelar a su Hijo en mí, para que yo lo anunciara a los gentiles, en
seguida, sin consultar con hombres, sin subir a Jerusalén a ver a los apóstoles
anteriores a mí, me fui a Arabia, y después volví a Damasco.
Más tarde, pasados tres años, subí a Jerusalén para conocer a Cefas, y me quedé
quince días con él.
Pero no vi a ningún otro apóstol, excepto a Santiago, el pariente del Señor.
Lucas 7, 11-17:
En aquel tiempo, iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, e iban con él sus
discípulos y mucho gentío.
Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un
muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la
ciudad la acompañaba.
Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: "No llores."
Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: "¡Muchacho, a ti
te lo digo, levántate!"
El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.
Todos, sobrecogidos, daban gloria a Dios, diciendo: "Un gran Profeta ha surgido
entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo."
La noticia del hecho se divulgó por toda la comarca y por Judea entera.
Homilía
Temas de las lecturas: Mira, tu hijo está vivo * Te ensalzaré, Señor, porque me
has librado. * Reveló a su Hijo en mí, para que yo lo anunciara a los gentiles. *
¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!
1. La muerte en la flor de la vida
1.1 Toda muerte impacta pero no cabe duda que la muerte de los jóvenes resulta
particularmente dolorosa porque contradice el curso más natural de las cosas.
1.2 La mujer viuda de la Primera Lectura se estrella contra el absurdo de una
muerte así, la de su hijo, y trata de encontrar sentido relacionando lo que Dios le
hace con lo que ella le ha hecho a Dios. La imagen de Dios que ella tiene es la de
un vengador, o por lo menos, la de uno que paga con la misma moneda.
1.3 El profeta no discute con el dolor de ella. No le corrige la teología vengativa con
palabras sino con un acto de ternura y de poder. No sólo se restaura la vida en
aquel niño o joven, sino que se restaura y purifica la fe de la madre. A veces la
mejor respuesta no es una teoría sino un acto, un hecho.
2. Sin defensa y sin sustento
2.1 El cuadro que nos presenta el Evangelio es aún más doloroso en la escena
inicial. Esta vez no sólo se trata de un joven que ha fallecido sino que es el único
hijo, y la madre es viuda. En una sociedad como aquella, eso significa que en esa
mujer se juntaban todas las pérdidas y desastres: sin sustento, sin defensa, sin
futuro, sin alegría, sin amor.
2.2 El milagro que realiza Cristo, al resucitar a este joven de Naím, es entonces
mucho más que un portento inmenso. Es además un acto de compasión entrañable
y sobre todo: una señal de lo que significa su oferta de salvación.
2.3 En efecto, sin Cristo la humanidad se vuelve como esa mujer: infecunda,
indefensa, sin esperanza ni amor. Por eso también nosotros necesitamos que la
recia voz del Nazareno levante a la nueva generación, que a veces parece estar ya
en brazos de la muerte.
Fr. Nelson Medina, O.P.