Comentario al evangelio del Viernes 14 de Junio del 2013
Queridos amigos y amigas:
Dicen que una de las premisas éticas más universales es aquella que dice: “no hagas a otro lo que no
quieras para ti”; o dicho en positivo: “trata a los demás como quieras que ellos te traten”. Esta
consigna aparece recogida en el Evangelio y en muchos otros escritos a lo largo de la historia de la
humanidad.
Si algo se dice mucho, es porque no se cumple, y hace falta recordarlo. Quizá algo de esto le pase a
este dicho. Solemos querer que nos traten mejor de lo que tratamos a los demás. Por eso es bueno
recordar que estamos llamados a tratar a los demás como queremos que ellos nos traten.
Hoy Jesús en el Evangelio invita a vivir la fidelidad en las relaciones, en concreto en la relación de
pareja. Se podría aplicar aquí el mismo principio: tratar a los demás como nos gustaría ser tratados. ¿A
quién no le gusta que la persona amada le sea fiel? ¿Quién no querría que la otra parte respetara el
compromiso contraído?
Es cierto que el campo de las relaciones humanas es complejo, y hay muchos factores que a veces
hacen difícil la fidelidad. En medio de todo ello, ahí está la propuesta del Evangelio: que un hombre y
una mujer puedan comprometer sus vidas para hacer el camino de la vida, desde el matrimonio, como
reflejo del amor fiel de Dios a su pueblo; que de esa unión pueda surgir nueva vida, como eco de la
generación de la vida por parte del Creador; que ante las dificultades, que siempre las habrá, se pueda
recibir la ayuda de Dios y de los prójimos que mejor puedan prestar ese servicio; y que en ese camino
no falten la paciencia, la reconciliación y la esperanza.
Señor, hoy te quiero pedir por todos los matrimonios.
Fortalece su unión y sostenles en sus dificultades.
A los más jóvenes, ayúdales a ir forjando su nueva familia.
Y a los más mayores, anímales en sus cansancios y dales tu esperanza.
Vuestro hermano en la fe:
Luis Manuel Suárez, cmf ( luismanuel@claretianos.es )
Luis Manuel Suarez, cmf