EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Mateo 5,27-32.
Ustedes han oído que se dijo: «No cometerás adulterio.»
Pero yo les digo: Quien mira a una mujer con malos deseos, ya cometió adulterio
con ella en su corazón.
Por eso, si tu ojo derecho te está haciendo caer, sácatelo y tíralo lejos; porque más
te conviene perder una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al
infierno.
Y si tu mano derecha te lleva al pecado, córtala y aléjala de ti; porque es mejor que
pierdas una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.
También se dijo: «El que se divorcie de su mujer, debe darle un certificado de
divorcio.»
Pero yo les digo: Si un hombre se divorcia de su mujer, fuera del caso de unión
ilegítima, es como mandarla a cometer adulterio: el hombre que se case con la
mujer divorciada, cometerá adulterio.
Comentario del Evangelio por
Tertuliano (c.155 - c.220),teólogo
A su esposa II, 9
“Allí donde dos estén reunidos, Él está presente”
¿Dónde voy a encontrar la fuerza para describir de manera satisfactoria la
felicidad de un matrimonio cristiano? La Iglesia confirma el contrato, la ofrenda
eucarística lo sella con la bendición, los ángeles lo proclaman y el Padre celestial lo
ratifica.
¡Qué dulce y santa alianza aquella en la que los dos son cristianos (Mt 11,29),
unidos por una sola esperanza, un solo deseo, una sola disciplina, el mismo
servicio¡ Los dos son hijos de un mismo Padre, servidores de un mismo Señor… son
ciertamente dos en una sola carne(Mt 19,5). Allí donde la carne es una, uno
también es el espíritu. Juntos oran, juntos se postran, juntos observan a los
jóvenes; se instruyen mutuamente, se exhortan mutuamente, se dan ánimos
mutuamente.
Los encontráis juntos en la iglesia, juntos en el banquete de Dios, juntos en las
pruebas, las persecuciones, los consuelos. Entre ellos no existe ningún secreto,
ninguna escapatoria, ningún motivo de pena. Con toda libertad visitan a los
enfermos, asisten a los indigentes. Para la limosna ninguna tacañería, para el
sacrificio ningún contratiempo, para la observancia de los deberes cotidianos no hay
trabas. En su casa ningún signo de cruz furtivo, saludo inquieto, bendición muda.
Entre ellos, resuenan salmos e himnos; se provocan mutuamente para saber quien
entona el mejor canto a su Señor. Cristo se alegra de esta vista en este concierto.
Les envía su paz. Allí donde dos están reunidos, él también está presente (Mt
18,20). Allí donde él está presente, el malvado no tiene lugar.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”