Lectio Divina: XII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C
Autor: P. Chuno Chávez Alva , C.M.
LA PALABRA HOY: Zacarías 12,10-11; Salmo 62; Gálatas 3,26-29; Lucas 9,18-24
Ambientación: Imagen de Jesús. Frase: y tú, ¿quién dices que soy yo?
Cantos sugeridos: Jesús, ¿quién eres tú?; Jesús estoy aquí
Ambientación
Las lecturas de hoy nos recuerdan la íntima relación que debe existir entre el
creyente y su Se￱or. Mirar hacia Él, estar unido a Él, seguirle a Él… son diferentes
maneras de expresar ese vínculo fuerte que condiciona la vida entera del discípulo.
Oración inicial
Se￱or, Jesús, haznos d￳ciles a tu voz…
para seguir, dejando todo por ti…
para asumir tu propuesta de vida…
para vivir como Tú…
para actuar con tus mismos sentimientos…
para tomar nuestra cruz y seguirte…
para buscar en ti el sentido de la vida…
para hacer de ti la raz￳n de nuestra vida…
para imitarte
para darte a conocer con nuestra vida…
para manifestar el amor que nos tienes…
para tener en ti la vida que solo Tú nos puedes dar…
para dar testimonio de ti…
para anunciar a otros tu proyecto de amor…
para ser presencia tuya para los demás…
para que nuestra vida manifieste tu amor…
para que nuestra predicación sea nuestra vida
AMÈN.
I. Lectio: ¿Qué dice el texto? – Lucas 9, 18-24
Motivación: Al final de su ministerio en Galilea y antes de emprender el viaje a
Jerusalén, Jesús evalúa la situación con sus discípulos. Son muchas las expectativas
sobre su persona, algunas confusas y ambiguas. Es preciso, por tanto, aclarar
definitivamente el sentido de su vida y de su misión. Escuchemos.
Forma de leerlo:
Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
¿Qué preguntas plantea Jesús a sus discípulos?
¿Quién y cómo responde a cada una? ¿Qué diferencias ves entre ambas
respuestas?
¿Cómo reacciona Jesús ante la confesión de Pedro? ¿Por qué lo hace?
¿Cómo es el mesianismo de Jesús? ¿Responde a las expectativas de los discípulos?
¿Qué condiciones pone Jesús a cuantos quieran seguirlo?
Otros textos bíblicos para confrontar: Mateo 16,13-26; Lucas 9,18-27; Marcos
1,34; Mateo 21,42.
II. Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: A veces llamamos fe a lo que no es sino la proyección de nuestras
expectativas humanas. Y hasta nos atrevemos a “ense￱arle” a Dios para que actúe
según nuestros deseos y necesidades. Jesús, en cambio, nos recuerda que seguirle
a él exige recorrer un camino cotidiano de donación y entrega que nos invita a
revisar los valores que se imponen en nuestra sociedad.
¿A qué se refiere el Se￱or cuando nos dice: “…si alguno quiere seguirme, que se
niegue a sí mismo…” (Lc 9,23)? ¿Negarse en qué?, ¿de qué manera?, ¿cuál es el
motivo y la motivación?, ¿qué implica eso?
El Se￱or nos dice que seguirlo implica: “…cargar la cruz cada día…”(Lc 9,23b), ¿qué
nos quiere decir el Señor con esto?, ¿de qué forma uno carga la cruz?, ¿cuál el
sentido de esta afirmación?
¿A qué se refiere el Señor con el QUERER ASEGURARSE LA VIDA y qué implica el
PERDER LA VIDA POR ÉL?, ¿cuándo y cómo uno puede decir que pierde la vida por
Él y por su Evangelio?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
III. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: Al final de este encuentro, también nosotros queremos orar con Jesús
y como Jesús; él lo hacía habitualmente para alimentar su relación con el Padre y
discernir la orientación que debía dar a su misión.
Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra
oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o
la súplica confiada.
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo:
Salmo 62.
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: Vicente tenía muy claro todo lo que implicaba seguir a Jesús. A los
misioneros les explica el texto que hemos meditado:
«Se trata de un consejo que les da nuestro Señor a quienes desean seguirle, a
quienes se presentan a él para eso. “¿Quieren venir en pos de mí? Muy bien.
¿Quieren conformar su vida a la mía? Perfectamente. Pero ¿saben que hay que
comenzar por renunciar a ustedes mismos y seguir llevando su cruz?”. Pues bien,
esto no se les concede a todos, sino a unos pocos; de ahí que muchos millares de
personas, que le seguían para escucharle, lo abandonaron y se retiraron, por no
haber sido encontrados dignos de ser sus discípulos, ya que no lo seguían
dispuestos de la manera con que nuestro Señor decía que había que estarlo. No
estaban en la disposici￳n de vencerse a sí mismos. “Yo lo quiero, les decía,
síganme; pero hay que hacer dos cosas: la primera, renunciar a ustedes mismos,
esto es, dejar al viejo Adán; y la segunda, llevar su cruz, y esto todos los días. Y
sobre este fundamento, miren a ver si son capaces de seguirme y de permanecer
en mi escuela» (XI,512)
Compromiso: Responder en la oración de la semana: ¿Quién es Jesús para ti? ¿De
qué manera puedo llevar mi cruz de cada día?
Oración final
Señor Jesús, a ti que nos pides
que te sigamos asumiendo nuestra cruz,
asumiendo tu propuesta y tu estilo de vida,
buscando en ti el sentido pleno
de todo lo que somos y hacemos
te pedimos que nos des tu gracia
para vivir cada vez más unidos a ti,
para encontrar en ti
el sentido pleno de todo lo que somos y hacemos.
Te pedimos que nos ayudes
a ser presencia viva de tu amor
y así dar testimonio de ti,
siendo Tú todo para nosotros,
viviendo nosotros solo por ti y para ti.
Amén
Con permiso de somos.vicencianos.org