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Domingo 14C TO
“Paz a esta casa” (Lc 10, 1-12.17-20)
(Diálogo sobre el Evangelio de hoy: Los 72)
José Martínez de Toda, S.J. ( martodaj@gmail.com )
¿Cómo entrena Jesús a sus discípulos?
Jesús hace como todo líder sabio, perspicaz y realista: prepara su equipo, sus
seguidores. Pero además Jesús no quiere eternizarse como líder. Quiere dejar su puesto a
otros. No quiere hacerse ‘el imprescindible’. Y hace tres cosas:
1) Primero, quiere que sus discípulos estén con Él, que se sientan a gusto con Él, que
tengan confianza y se sientan aceptados por Él. No se trata de aprender las cosas desde un
libro, sino identificarse con Él, vivir como Él. Y así los discípulos aprendieron su mensaje.
2) Segundo: "Jesús los envió para prepararle el camino’. Es decir, no es una iniciativa
aislada de los discípulos. Los entrena para la Misión, que recibirán en la Ascensión: “ Vayan
por todo el mundo anunciando la Buena Nueva”. Su Misión será enfrentar el mal y buscar el
bien para cada uno.
3) Tercero: Los envía de dos en dos .
¿Por qué los envía de dos en dos?
La estrategia de ir de dos en dos es poderosa por tres razones:
1) Primero: Un compañero da fuerza, protección, compañía agradable y aliento
mutuo: “Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero: mas ¡ay del solo! que
cuando cayere, no habrá segundo que lo levante” (Eclesiástico 4:10). Es menos
probable que una persona caiga en tentación cuando va acompañada.
La fe, la eucaristía y la salvación no son un asunto privado, sino que tienen que ser
vividas en comunión con los hermanos.
2) Segundo: El compañero da más credibilidad. En el Deuteronomio (15:19; 17:6 y
19:15) se requieren dos o tres testigos para poder culpar a una persona de un crimen, porque
un solo testigo más fácilmente puede engañar o engañarse.
¿Podemos nosotros cumplir con esa Misión?
Te cuento la historia de “Las dos vasijas de agua”.
<Un acarreador de agua tenía dos grandes vasijas para llevar el agua a casa de su
patrón.
Una vasija era perfecta y llegaba a casa llena de agua. La otra tenía algunas grietas y
llegaba medio vacía. Ésta, avergonzada, le dijo un día a su patrón:
-"Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque, debido a mis grietas, sólo
puedo entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir".
El acarreador le dijo a la vasija agrietada: "Cuando regresemos a casa, quiero que
mires las bellas flores que crecen a lo largo del camino".
Así lo hizo. Vio las flores pero aún así se sintió apenada.
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El aguador le dijo: "¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen de tu lado del
camino? Siempre he sabido de tus grietas y sembré semillas de flores por donde tú ibas para
que las regaras todos los días y así he podido recoger estas hermosas flores para mi mujer, a
quien le encantan las flores. Si no fueras exactamente como eres, con todos tus defectos, no
hubiera sido posible crear esta belleza. > (Félix Jiménez, escolapio).
Somos tinajas agrietadas. No importan nuestros defectos. Jesús nos usa de diferentes
maneras. Por ejemplo, riego a los otros en el camino de la vida.
Venimos a la fuente, a la iglesia, para llenar nuestro tanque con el entusiasmo y la fe.
Dios nunca nos preguntará por nuestras habilidades, sino por nuestra disponibilidad
para trabajar para Él, para ser su embajador. “He aquí la esclava del Se￱or”.
<Me decía uno de ustedes que llevaba esta Hoja Dominical a los compañeros de
trabajo, y durante la semana compartía con ellos el evangelio y la homilía>
Les invito a hacer lo mismo esta semana.
Sería estupendo, si además de ganarnos el pan de cada día honradamente en nuestro
trabajo, fuéramos allí también testigos de Jesucristo de palabra y de obra.
¿Qué mensaje se saca de este evangelio?
Jesús había enviado a los 12 Apóstoles; ahora envía a 72 discípulos.
Algunos piensan que los 12 Apóstoles representan al clero, y estos 72 representan a
los laicos. Todos, clero y laicos, somos enviados a todo el mundo.
Prescindiendo de esta interpretación, el mensaje central es que la proclamación es
responsabilidad de todos – no solo de unos pocos selectos.
Por otra parte, setenta y dos no es un número matemático. Tiene el siete, que
simboliza la perfección. En este caso es la misión universal a todos los hombres y mujeres.
En el Génesis (cap. 10) aparece una lista de naciones gentiles que descienden de Noé:
en la versión hebrea son 70, y en la griega (‘Septuaginta’) son 72. Ellas representan a todas
las naciones.
Por fin, lo curioso es que, dado el poco número de obreros y la urgencia, se supone
que Jesús les diría que vayan rápidamente para empezar la cosecha. Sin embargo, primero les
manda rezar para que Dios envíe más obreros a su mies. Más que muchos evangelizadores,
necesitamos santos evangelizadores. Como siempre, calidad más que cantidad.
La obra de los discípulos será efectiva solo si se comienza con la oración. El Señor
llama y da poder a quienes lo necesiten, y el poder del Señor es lo que hace posible el éxito.
Una iglesia que reza verá que, aunque los puestos oficiales quedan vacíos, el Señor
proveerá con lo que es realmente necesario.
Despedida
Esto es precisamente lo que significa ‘Eucaristía’ = acci￳n de gracias.
Les invitamos a la Misa, a la Eucaristía, sacramento del amor. En ella le damos
gracias por habernos elegido a ser los proclamadotes de la Palabra en la familia, en el país y
en el mundo.