Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 13, Viernes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Isaac con el amor de Rebeca, que se consoló de la muerte
de su madre * Dad gracias al Señor porque es bueno. * No tienen necesidad de
médico los sanos; misericordia quiero y no sacrificios
Textos para este día:
Génesis 23,1-4.19;24,1-8.62-67:
Sara vivió ciento veintisiete años, y murió en Villa Arbá (hoy Hebrón), en país
cananeo. Abrahán fue a hacer duelo y a llorar a su mujer. Después dejó a su
difunta y habló a los hititas: "Yo soy un forastero residente entre vosotros. Dadme
un sepulcro en propiedad, en terreno vuestro, para enterrar a mi difunta." Después
Abrahán enterró a Sara, su mujer, en la cueva del campo de Macpela, frente a
Mambré (hoy Hebrón), en país cananeo.
Abrahán era viejo, de edad avanzada, el Señor lo había bendecido en todo. Abrahán
dijo al criado más viejo de su casa, que administraba todas las posesiones: "Pon tu
mano bajo mi muslo, y júrame por el Señor, Dios del cielo y Dios de la tierra, que,
cuando le busques mujer a mi hijo, no la escogerás entre los cananeos, en cuya
tierra habito, sino que irás a mi tierra nativa, y allí buscarás mujer a mi hijo Isaac."
El criado contestó: "Y si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿tengo que
llevar a tu hijo a la tierra de donde saliste?" Abrahán le replicó: "De ninguna
manera lleves a mi hijo allá. El Señor, Dios del cielo, que me sacó de la casa
paterna y del país nativo, que me juró: "A tu descendencia daré esta tierra",
enviará su ángel delante de ti, y traerás de allí mujer para mi hijo. Pero, si la mujer
no quiere venir contigo, quedas libre del juramento. Sólo que a mi hijo no lo lleves
allá."
Mucho tiempo después, Isaac se había trasladado del "Pozo del que vive y ve" al
territorio del Negueb. Una tarde, salió a pasear por el campo y, alzando la vista, vio
acercarse unos camellos. También Rebeca alzó la vista y, al ver a Isaac, bajó del
camello y dijo al criado: "¿Quién es aquel hombre que viene en dirección nuestra
por el campo?" Respondió el criado: "Es mi amo". Y ella tomó el velo y se cubrió. El
criado le contó a Isaac todo lo que había hecho. Isaac la metió en la tienda de su
madre Sara, la tomó por esposa y con su amor se consoló de la muerte de su
madre.
Salmo 105:
Dad gracias al Señor porque es bueno, / porque es eterna su misericordia. / ¿Quién
podrá contar las hazañas de Dios, / pregonar toda su alabanza? R.
Dichosos los que respetan el derecho / y practican siempre la justicia. / Acuérdate
de mí por amor a tu pueblo. R.
Visítame con tu salvación: / para que vea la dicha de tus escogidos, / y me alegre
con la alegría de tu pueblo, / y me gloríe con tu heredad. R.
Mateo 9,9-13:
En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al
mostrador de los impuestos, y le dijo: "Sígueme." Él se levantó y lo siguió. Y,
estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían
acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron
a los discípulos: "¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y
pecadores?" Jesús lo oyó y dijo: "No tienen necesidad de médico los sanos, sino los
enfermos. Andad, aprended lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios":
que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores."
Homilía
Temas de las lecturas: Isaac con el amor de Rebeca, que se consoló de la muerte
de su madre * Dad gracias al Señor porque es bueno. * No tienen necesidad de
médico los sanos; misericordia quiero y no sacrificios
1. Una Esposa para Isaac
1.1 Si bien la relación de Dios con Abraham es intensamente personal y única, no
se agota en él sino que queda abierta a la descendencia que le fue prometida. Y esa
descendencia en un primer momento es Isaac.
1.2 La petición de Abraham a su mayordomo es extraña y pretende responder al
hecho de que viven en tierra extranjera. Debe conseguir una esposa para Isaac
evitando dos cosas, que la esposa sea de la tierra donde se encuentran y que el
esposo vuelva a la tierra de donde salieron. Estos requerimientos pueden parecer
ridículos en nuestro tiempo pues para nosotros la felicidad o estabilidad de las
parejas no depende tanto de cosas como el lugar de origen de la esposa o el lugar
de residencia del esposo.
1.3 En aquellos tiempos, en cambio, estos asuntos tenían relevancia porque la
creencia religiosa estaba ligada estrechísimamente a la tribu o clan, y este estaba
ligado a la tierra o tierras donde vivía. Un matrimonio con una cananea implicaba
que Isaac entraba a formar parte de una familia pagana; irse a vivir de nuevo a
Caldea, de donde Abraham había salido, implicaba también pertenecer a un
ancestro politeísta. Lo que Abraham quiere es una esposa para su hijo, pero una
esposa que pueda ser desligada de la tierra y de la parentela, de modo que no sea
un estorbo para la realidad nueva y la alianza nueva que Dios ha sellado con
Abraham y que debe seguir su camino. Las complicadas diligencias nupciales
tuvieron buen resultado y así Rebeca llegó a ser esposa del heredero de la
promesa.
2. Llamado por Misericordia
2.1 Y misericordia es lo que destilan las palabras y acciones de Jesucristo. Ello es
patente en sus milagros y exorcismos, pero no está ausente de su predicación ni
tampoco del acto libre y misterioso por el que ha llamado a algunos, asociándolos
particularmente a su misión. Es lo que hoy vemos cuando Jesús llama a un hombre
detestado con toda razón, un explotador y traidor de su propio pueblo. Mateo, o
también Leví: así se le conoce.
2.2 Jesús confirma con sus palabras que esta elección no ha sido una especie de
accidente o un impulso intempestivo que configura una anécdota. Es parte de su
misión, es una descripción de su tarea en esta tierra: "no he venido a llamar a los
justos, sino a los pecadores."
2.3 Aunque suene ingenuo o inoportuno, preguntemos: ¿por qué no ha venido a
llamar a los justos? Porque los justos no sienten necesidad de ser enderezados o
"ajustados." Jesús viene a responder a una necesidad; quien no descubre esa
necesidad no descubre tampoco a Jesús.
2.4 Pero no se trata de cualquier necesidad. Es algo profundo, que sólo puede ser
colmado con la palabra misericordia. Y uno necesita misericordia cuando ha
alcanzado su propio límite. No cualquiera entonces entiende el mensaje de
Jesucristo; no cualquiera está en disposición de aceptarle como Señor y Salvador.
De algún modo es preciso haberse encontrado con el propio límite y haber percibido
que sólo con el regalo de un amor no merecido la propia vida puede seguir adelante
y florecer. Por supuesto, una vez recibida esta gracia, este regalo, quien lo recibe
se siente pertenecer a Cristo y a su palabra. Eso hizo Mateo y eso haremos
nosotros cuando vivamos la experiencia que él vivió.