Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 14, Lunes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Vio una escalinata y ángeles de Dios que subían y bajaban
y a Dios que hablaba * Dios mío, confío en ti. * Mi hija acaba de morir. Pero ven tú,
y vivirá
Textos para este día:
Génesis 28,10-22a:
En aquellos días, Jacob salió de Berseba en dirección a Jarán. Casualmente llegó a
un lugar y se quedó allí a pernoctar, porque ya se había puesto el sol. Cogió de allí
mismo una piedra, se la colocó a guisa de almohada y se echó a dormir en aquel
lugar.
Y tuvo un sueño: Una escalinata apoyada en la tierra con la cima tocaba el cielo.
Ángeles de Dios subían y bajaban por ella. El Señor estaba en pie sobre ella y dijo:
"Yo soy el Señor, el Dios de tu Padre Abrahán y el Dios de Isaac. La tierra sobre la
que estás acostado, te la daré a ti y a tu descendencia. Tu descendencia se
multiplicará como el polvo de la tierra, y ocuparás el oriente y el occidente, el norte
y el sur; y todas las naciones del mundo se llamarán benditas por causa tuya y de
tu descendencia. Yo estoy contigo; yo te guardaré dondequiera que vayas, y te
volveré a esta tierra y no te abandonaré hasta que cumpla lo que he prometido."
Cuando Jacob despertó, dijo: "Realmente el Señor está en este lugar, y yo no lo
sabía." Y, sobrecogido, añadió: "Qué terrible es este lugar; no es sino la casa de
Dios y la puerta del cielo." Jacob se levantó de madrugada, tomó la piedra que le
había servido de almohada, la levantó como estela y derramó aceite por encima. Y
llamó a aquel lugar "Casa de Dios"; antes la ciudad se llamaba Luz. Jacob hizo un
voto, diciendo: "Si Dios está conmigo y me guarda en el camino que estoy
haciendo, si me da pan para comer y vestidos para cubrirme, si vuelvo sano y salvo
a casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios, y esta piedra que he levantado
como estela será una casa de Dios."
Salmo 90 :
Tú que habitas al amparo del Altísimo, / que vives a la sombra del Omnipotente, /
di al Señor: "Refugio mío, alcázar mío, / Dios mío, confío en ti." R.
Él te librará de la red del cazador, / de la peste funesta. / Te cubrirá con sus
plumas, / bajo sus alas te refugiarás. R.
"Se puso junto a mí: lo libraré; / lo protegeré porque conoce mi nombre, / me
invocará y lo escucharé. / Con él estaré en la tribulación." R.
Mateo 9,18-26:
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un personaje que se arrodilló
ante él y le dijo: "Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, ponle la mano en la cabeza,
y vivirá." Jesús lo siguió con sus discípulos. Entretanto, una mujer que sufría flujos
de sangre desde hacía doce años se le acercó por detrás y le tocó el borde del
manto, pensando que con sólo tocarle el manto se curaría. Jesús se volvió y, al
verla, le dijo: "¡Ánimo, hija! Tu fe te ha curado." Y en aquel momento quedó curada
la mujer.
Jesús llegó a casa del personaje y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente,
dijo: "¡Fuera! La niña no está muerta, está dormida." Se reían de él. Cuando
echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano, y ella se puso en pie. La
noticia se divulgó por toda aquella comarca.
Homilía
Temas de las lecturas: Vio una escalinata y ángeles de Dios que subían y bajaban
y a Dios que hablaba * Dios mío, confío en ti. * Mi hija acaba de morir. Pero ven tú,
y vivirá
1. El gran descubrimiento
1.1 Cuando Jacob descubre que Dios estaba, que siempre estuvo, se llenó de
sorpresa. bendita sorpresa, la que nos lleva a comprender que no lo comprendemos
todo. Algo así parece necesitar nuestro mundo cuando quiere ufanarse demasiado
de sus razones y su ciencia.
1.2 Parte de lo que descubrió Jacob es que el cielo no estaba tan lejos. También
esto es útil a nosotros. La eternidad está cerca; lo decisivo, lo definitivo, lo último
no es sólo "último" sino que está ahí, en el talante de las decisiones que tomamos.
1.3 La comparación repetida sirve: vivir es como hacer una escultura; cada
martillazo importa; cada día importa, y todos dejan su huella. El cielo no está lejos,
porque la versión definitiva de lo que seremos la hacemos con lo que vamos siendo.
2. Jesús ve distinto
2.1 En el evangelio llama la atención la óptica de Cristo, tan diversa de la usual
para los de su tiempo. Para ellos la muerte (corporal) es como el término de todo, o
por lo menos, es lo irremediable y trágico. No es así para Cristo.
2.2 Nuestro Señor ve más allá, y quien ve más allá encuentra paz, porque sabe o
presiente que el desenlace va más allá de lo inmediato y lo obvio. Para nosotros es
en cierto modo más sencillo esto de ver "más allá" porque el corazón denuestra fe
está proclamando precisamente que Jesús ha vencido la muerte.
2.3 Una perspectiva apropiada sobre la muerte da una perspectiva apropiada sobre
la vida: no el desprecio pero tampoco la idolatría. Somos más de lo que se ve, pero
ello mismo hace digno y sagrado lo que se ve: el tiempo presente es como
sacramento de la eternidad que nos aguarda, y el cuerpo, señal del alma.