EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Mateo 10,16-23.
Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como
serpientes y sencillos como palomas.
Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en
las sinagogas.
A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio
delante de ellos y de los paganos.
Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo
que deban decir se les dará a conocer en ese momento,
porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará
en ustedes.
El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a
su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir.
Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere
hasta el fin se salvará.
Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan
a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel,
antes de que llegue el Hijo del hombre.
Comentario del Evangelio por :
San Ignacio de Antioquía (?-c. 110), obispo y mártir
Carta a Policarpo (69-155, santo, obispo y mártir), 1-3; SC 10
“Como corderos en medio de lobos”
Te exhorto por la gracia de la cual estás revestido que sigas adelante en tu curso y
en exhortar a todos los hombres para que puedan ser salvos. Reivindica tu cargo
con toda diligencia de carne y de espíritu. Procura que haya unión, pues no hay
nada mejor que ella. Soporta a todos, como el Señor te soporta. Toléralo todo con
amor, tal como haces. Entrégate a oraciones incesantes. Pide mayor sabiduría de la
que ya tienes. Sé vigilante, y evita que tu espíritu se adormile. Habla a cada
hombre según la manera de Dios. Sobrelleva las dolencias de todos, como un atleta
perfecto. Allí donde hay más labor, hay mucha ganancia. Si amas a los entendidos,
esto no es nada que haya que agradecérsete. Más bien somete a los más
impertinentes por medio de la mansedumbre. No todas las heridas son sanadas por
el mismo ungüento. Suaviza los dolores agudos con fomentos. Sé prudente como la
serpiente en todas las cosas e inocente siempre como la paloma. Por esto estás
hecho de carne y espíritu, para que puedas desempeñar bien las cosas que
aparecen ante tus ojos; y en cuanto a las cosas invisibles, ruega que te sean
reveladas, para que no carezcas de nada, sino que puedas abundar en todo don
espiritual. Los tiempos te lo requieren, como los pilotos requieren vientos, o un
marino zarandeado por la tormenta (busca) un asilo, para poder llegar a Dios. Sé
sobrio, como atleta de Dios. El premio es la incorrupción y la vida eterna, con
respecto a la cual ya estás persuadido. En todas las cosas te soy afecto, yo y mis
cadenas, que tú estimaste. No te desmayes por los que parecen ser dignos de
crédito y, pese a todo, enseñan doctrina extraña. Mantente firme como un yunque
cuando lo golpean. A un gran atleta le corresponde recibir golpes y triunfar. Pero
por amor de Dios hemos de soportar todas las cosas, para que El nos soporte a
nosotros. Sé, pues, más diligente de lo que eres. Marca las estaciones. Espera en
Aquel que está por encima de toda estación, el Eterno, el Invisible, que se hizo
visible por amor a nosotros, el Impalpable, el Impasible, que sufrió por amor a
nosotros, que sufrió en todas formas por amor a nosotros.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”