Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 15, Lunes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Vamos a vencer con astucia a Israel, porque está siendo
más numeroso y fuerte que nosotros * Nuestro auxilio es el nombre del Señor. *
No he venido a sembrar paz, sino espadas
Textos para este día:
Éxodo 1,8-14.22:
En aquellos días, subió al trono en Egipto un Faraón nuevo, que no había conocido
a José, y dijo a su pueblo: "Mirad, el pueblo de Israel está siendo más numeroso y
fuerte que nosotros; vamos a vencerlo con astucia, pues si no, cuando se declare la
guerra, se aliará con el enemigo, nos atacará, y después se marchará de nuestra
tierra."
Así, pues, nombraron capataces que los oprimieran con cargas, en la construcción
de las ciudades granero, Pitom y Ramsés. Pero, cuanto más los oprimían, ellos
crecían y se propagaban más. Hartos de los israelitas, los egipcios les impusieron
trabajos crueles, y les amargaron la vida con dura esclavitud: el trabajo del barro,
de los ladrillos, y toda clase de trabajos del campo; les imponían trabajos crueles.
Entonces el Faraón ordenó a toda su gente: "Cuando nazca un niño, echadlo al Nilo;
si es niña, dejadla con vida."
Salmo 123:
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte / -que lo diga Israel-, / si el Señor
no hubiera estado de nuestra parte, / cuando nos asaltaban los hombres, / nos
habrían tragado vivos: / tanto ardía su ira contra nosotros. R.
Nos habrían arrollado las aguas, / llegándonos el torrente hasta el cuello; / nos
habrían llegado hasta el cuello / las aguas espumantes. / Bendito el Señor, que no
nos entregó / en presa a sus dientes. R.
Hemos salvado la vida, como un pájaro / de la trampa del cazador; / la trampa se
rompió, y escapamos. / Nuestro auxilio es el nombre del Señor, / que hizo el cielo y
la tierra. R. Mateo 10,34-11,1:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: "No penséis que he venido a la tierra a
sembrar paz; no he venido a sembrar paz, sino espadas. He venido a enemistar al
hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los
enemigos de cada uno serán los de su propia casa.
El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que
quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí; y el que no coge su
cruz y me sigue no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá, y el que
pierda su vida por mí la encontrará. El que os recibe a vosotros me recibe a mí, y el
que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es
profeta tendrá paga de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo tendrá
paga de justo. El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a
uno de estos pobrecillos, sólo porque es mi discípulo, no perderá su paga, os lo
aseguro."
Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para
enseñar y predicar en sus ciudades.
Homilía
Temas de las lecturas: Vamos a vencer con astucia a Israel, porque está
siendo más numeroso y fuerte que nosotros * Nuestro auxilio es el nombre
del Señor. * No he venido a sembrar paz, sino espadas
1. Los enemigos de los niños
1.1 De tantas cosas que podemos aprender de la primera lectura, destaquemos
una, que los imperios tienen siempre un enemigo declarado: los niños.
1.2 Los niños son la fuerza de la vida nueva; son el mensaje que saluda al presente
desde el futuro. El mundo que pisamos es más de ellos que nuestro, y por eso su
sola presencia nos recuerda que nunca seremos demasiado dueños de nada.
1.3 Faraón rechaza, por supuesto, esa idea; sufre con horror la idea de que su
imperio cambie la forma que él conoce, que él ha establecido. Quisiera que su
voluntad se volviera eterna y que ninguna fuerza nueva cambiara sus planes. Su
solución: que los niños mueran. Es la "solución" que repiten los faraones de nuestro
tiempo.
2. La intransigencia de Jesús
2.1 Comenta Noel Quesson: "Esta frase no significa, evidentemente, que podamos
ser negligentes en atender y amar a nuestros padres: en otros lugares del
evangelio Jesús insiste para que nuestro amor hacia ellos sea real y se traduzca en
actos concretos de ayuda mutua y de justicia (Marcos 7, 11). Estas frases no deben
pues utilizarse para justificar nuestro temperamento desabrido o violento... o bien
para excusar una incapacidad personal, de hijo egoísta, que nos impediría amar
sinceramente a los nuestros o a aquellos con los que convivimos.
2.2 "No, estas frases se refieren a ciertas circunstancias en nuestra existencia, en
las que hay que decidirse y tomar partido por Dios y por su causa, por Jesús: ser
buen cristiano y seguir a Jesús, puede provocar la oposición de nuestros deudos...
En este caso, ¡Jesús nos pide que seamos capaces de preferirlo! Es, ciertamente,
una cuestión de amor, de preferencia: hay casos en los que estamos obligados a
tomar una decisión. Siguiendo a Jesús, no hay que dudar en esos casos. Todos los
lazos terrestres, aun los más sagrados, como los de la familia, de la sangre, del
ambiente, deben pasar, entonces a un segundo plano.
2.3 Hay que salir de sí mismo, ir más allá, superarse. En el olvido de sí mismo es
donde se halla la verdadera VIDA, la verdadera felicidad, el verdadero crecimiento y
plenitud. La Palabra de Jesús no tiene pues ningún aspecto negativo, ni triste ni
punible: es una palabra de luz y de alegría. Dando su propia vida, como Jesús, uno
encuentra la vida, y esta vida, que se encuentra de nuevo es mucho más valiosa
que la simple vida terrestre (Juan 10, 10).
2.4 "Cada misa es el memorial y la renovación del don que Jesús hizo de Sí mismo
antes de pedirnos que esta actitud sea también la nuestra: He aquí mi vida
entregada por vosotros, he aquí mi cuerpo y mi sangre entregados por vosotros..."