XVI Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C
Escuchar es más que oír
La Palabra: “María, sentada a los pies de Jesús escuchaba su palabra, mientras su
hermana Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio” (evangelio).
1. El evangelio presenta dos tipos de mujer. Marta era mujer hacendosa, la que
está pendiente de todo, la que cuida de la casa y de los niños, la que atiende a los
visitantes ofreciéndoles un café o un zumo; siempre dispuesta para servir a quien
llegue. María también recibe con amabilidad al que llega pero primero escucha sus
preocupaciones. Las dos mujeres actúan bien. Representan dos formas
complementarias de relacionarnos con los demás.
2. En nuestro pueblo cubano hay personas que necesitan ayuda económica. Dentro
de nuestras posibilidades, debemos compartir con ellas nuestros bienes. Aunque
sea poco lo que podamos compartir, lo poco ya es mucho. En el mundo entero, y
también dentro del pueblo cubano, el individualismo va carcomiendo como cáncer
maligno los sentimientos humanistas y la práctica de solidaridad que, según
cuentan, en tiempos pasados respiraban los habitantes de este pueblo.
Necesitamos reavivar este espíritu fraterno de cercanía y ayuda mutua.
3. Pero también hoy es importante recibir a las personas escuchando, que no es
oír; implica estar abiertos al otro, a sus problemas, preocupaciones y anhelos,
dándole confianza, dejando que se desahogue. Más que recursos materiales para
sobrevivir, las personas necesitan apoyo psicológico y moral para seguir viviendo. Y
ese apoyo muchas veces lo reciben de nosotros cuando sabemos escuchar. No es
fácil hablar y escuchar con sinceridad en algunas situaciones. Pero según nuestra fe
cristiana, todos somos hermanos, y esa perspectiva debe superar miedos y
desconfianzas que frecuentemente falsean nuestras relaciones humanas.
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net