Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Ciclo C, Tiempo Ordinario,
Domingo de la Semana No. 16
--------------------------------------------------------------------------------
Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Señor, no pases de largo junto a tu siervo * Señor, ¿quién
puede hospedarse en tu tienda? * El misterio escondido desde siglos, revelado
ahora a los santos * Marta lo recibió en su casa. María ha escogido la parte mejor
Textos para este día:
Génesis 18, 1-10a:
En aquellos días, el Señor se apareció a Abrahán junto a la encina de Mambré,
mientras él estaba sentado a la puerta de la tienda, porque hacía calor. Alzó la vista
y vio a tres hombres en pie frente a él. Al verlos, corrió a su encuentro desde la
puerta de la tienda y se prosternó en tierra, diciendo: "Señor, si he alcanzado tu
favor, no pases de largo junto a tu siervo. Haré que traigan agua para que os lavéis
los pies y descanséis junto al árbol. Mientras, traeré un pedazo de pan para que
cobréis fuerzas antes de seguir, ya que habéis pasado junto a vuestro siervo."
Contestaron: "Bien, haz lo que dices."
Abrahán entró corriendo en la tienda donde estaba Sara y le dijo: "Aprisa, tres
cuartillos de flor de harina, amásalos y haz una hogaza."
Él corrió a la vacada, escogió un ternero hermoso y se lo dio a un criado para que lo
guisase en seguida. Tomó también cuajada, leche, el ternero guisado y se lo sirvió.
Mientras él estaba en pie bajo el árbol, ellos comieron.
Después le dijeron: "¿Dónde está Sara, tu mujer?"
Contestó: "Aquí, en la tienda."
Añadió uno: "Cuando vuelva a ti, dentro del tiempo de costumbre, Sara habrá
tenido un hijo."
Salmo 14:
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua. R.
El que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor. R.
El que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
el que así obra nunca fallará. R.
Colosenses 1, 24-28:
Hermanos: Ahora me alegro de sufrir por vosotros: así completo en mi carne los
dolores de Cristo, sufriendo por su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha
nombrado ministro, asignándome la tarea de anunciaros a vosotros su mensaje
completo: el misterio que Dios ha tenido escondido desde siglos y generaciones y
que ahora ha revelado a sus santos.
A éstos ha querido Dios dar a conocer la gloria y riqueza que este misterio encierra
para los gentiles: es decir, que Cristo es para vosotros la esperanza de la gloria.
Nosotros anunciamos a ese Cristo; amonestamos a todos, enseñamos a todos, con
todos los recursos de la sabiduría, para que todos lleguen a la madurez en su vida
en Cristo.
Lucas 10, 38-42:
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en
su casa.
Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor,
escuchaba su palabra.
Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo:
"Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile
que me eche una mano."
Pero el Señor le contestó: "Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas
cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la
quitarán."
Homilía
Temas de las lecturas: Señor, no pases de largo junto a tu siervo * Señor, ¿quién
puede hospedarse en tu tienda? * El misterio escondido desde siglos, revelado
ahora a los santos * Marta lo recibió en su casa. María ha escogido la parte mejor
1. La Visita de Dios
1.1 Hay un tema que une la primera lectura y el evangelio de hoy: las visitas. En el
primer caso, hay una visita de Dios a la casa de Abrahán y Sara; en el segundo,
una visita de Jesús a la casa de sus amigos Martha, María y Lázaro. Meditemos por
un instante en eso: Dios que visita mi vida, mi casa, mi mente. ¿Lo ha hecho? ¿Lo
he vivido? ¿Estaba yo para recibirlo?
1.2 En ambos casos, la visita trae una transformación. Esto es muy evidente en la
lectura del Génesis, pues el fruto de ese "paso" de Dios es una victoria sobre la
esterilidad de esta pareja, que ya es anciana. Como resultado de aquella visita
divina vendrá el hijo, Isaac.
1.3 La transformación es menos evidente en el Evangelio, pero no menos
importante. Cristo regala su palabra luminosa en casa de estas hermanas. Esa
palabra eficaz hace una obra creadora y redentora en nosotros: nos transforma.
Precisamente, porque Cristo no quiere que se pierda esa obra, aprueba y ensalza la
actitud de María, hermana de Martha: acogiendo la palabra, que en realidad es la
manera de recibir realmente la visita, se está dejando transformar por el poder de
Dios en su interior. Preguntémonos si estamos en disposición de ser transformados
interior y exteriormente por Dios, por la visita de Dios.
2. Nuestro Dolor y el de Cristo
2.1 La segunda lectura de hoy abre un par de temas distintos, muy profundos y
quizá poco predicados en nuestro tiempo. Por una parte, Pablo dice a los fieles de
Colosas que completa lo que falta a la pasión de Cristo, y ello nos remite a la
realidad y al significado del sufrimiento del cristiano. Por otra parte, ese dolor tiene
un valor a favor de la Iglesia.
2.2 Hay un modo un poco superficial de mirar la redención; un modo que lo suelen
predicar iglesias evangélicas tipo "secta." Según ese estilo de predicación, ser
salvado significa "parar de sufrir" (así se hace propaganda la Oración Fuerte al
Espíritu Santo, por ejemplo). Frente a ese modelo simplista está la enseñanza del
apóstol: estar unido al misterio de Cristo es también estar unido al misterio de su
amor que se entrega, y ello implica el camino de la Cruz.
2.3 El otro aspecto que mencionábamos se sigue como lógica consecuencia: si
estamos unidos al dolor y al amor de Cristo, nuestro dolor y nuestro amor no tienen
otra finalidad ni otro desenlace que lo que Él quiso y por lo que Él sufrió. Tal
finalidad o meta no es otra sino la salud y el bien de su Iglesia. Por eso nuestro
sufrimiento, unido al de Cristo, edifica a la Iglesia y la defiende y embellece.