Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 16, Miércoles
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Yo haré llover pan del cielo * El Señor les dio un
trigo celeste. * Cayó en tierra buena y dio grano
Textos para este día:
Éxodo 16,1-5.9-15:
Toda la comunidad de Israel partió de Elim y llegó al desierto de Sin, entre Elim y
Sinaí, el día quince del segundo mes después de salir de Egipto. La comunidad de
los israelitas protestó contra Moisés y Aarón en el desierto, diciendo: "¡Ojalá
hubiéramos muerte a manos del Señor en Egipto, cuando nos sentábamos junto a
la olla de carne y comíamos pan hasta hartarnos! Nos habéis sacado a este desierto
para matar de hambre a toda esta comunidad." El Señor dijo a Moisés: "Yo haré
llover pan del cielo: que el pueblo salga a recoger la ración de cada día; lo pondré a
prueba a ver si guarda mi ley o no. El día sexto prepararán lo que hayan recogido,
y será el doble de lo que recogen a diario."
Moisés dijo a Aarón: "Di a la comunidad de los israelitas: "Acercaos al Señor, que
ha escuchado vuestras murmuraciones."" Mientras Aarón hablaba a la asamblea,
ellos se volvieron hacia el desierto y vieron la gloria del Señor que aparecía en una
nube. El Señor dijo a Moisés: "He oído las murmuraciones de los israelitas. Diles:
"Hacia el crepúsculo comeréis carne, por la mañana os saciaréis de pan; para que
sepáis que yo soy el Señor, vuestro Dios."" Por la tarde, una bandada de codornices
cubrió todo el campamento; por la mañana, había una capa de rocío alrededor del
campamento. Cuando se evaporó la capa de rocío, apareció en la superficie del
desierto un polvo fino, parecido a la escarcha. Al verlo, los israelitas se dijeron:
"¿Qué es esto?" Pues no sabían lo que era. Moisés les dijo: "Es el pan que el Señor
os da de comer."
Salmo 77:
Tentaron a Dios en sus corazones, / pidiendo una comida a su gusto; / hablaron
contra Dios: "¿Podrá Dios / preparar una mesa en el desierto?" R.
Pero dio orden a las nubes, / abrió las compuertas del cielo: / hizo llover sobre ellos
maná, / les dio un trigo celeste. R.
Y el hombre comió pan de ángeles, / les mandó provisiones hasta la hartura. / Hizo
soplar desde el cielo el levante, / y dirigió con su fuerza el viento sur. R.
Hizo llover carne como una polvareda, / y volátiles como arena del mar; / los hizo
caer en mitad del campamento, / alrededor de sus tiendas. R.
Mateo 13,1-9:
1. Una historia de protestas
Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que
tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente quedó de pie en la orilla. Les
habló mucho rato en parábolas: "Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un
poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco
cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era
profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de
raíz se secó. Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron. El resto
cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta. El que
tenga oídos que oiga."
Homilía
Temas de las lecturas: Yo haré llover pan del cielo * El Señor les dio un trigo
celeste. * Cayó en tierra buena y dio grano
1. Una historia de protestas
1.1 Los israelitas no recorrieron el desierto como un camino de liberación sino como
un camino de murmuración. Esto es importante tenerlo en cuenta porque nos hace
entender que los problemas no se concentraban en una persona --el faraón--, ni en
un lugar --Egipto--, ni en un sistema de gobierno --una cierta monarquía--.
1.2 El triste resumen es muy distinto: adonde van los humanos va la humanidad;
adonde van los humanos, por consiguiente, van sus congojas, sus orgullos, sus
codicias, su capacidad de mentir, el hedor de sus traiciones, el doloroso espectáculo
de su ingratitud.
1.3 También es verdad lo contrapuesto: donde van los humanos va la esperanza,
van la posibilidad del heroísmo y de la grandeza, de la santidad y de una
generosidad capaz de conmover a sus mismos autores.
2. ¿Pan o Libertad?
2.1 La ocasión para esta murmuración de los hebreos es el alimento: en Egipto
"nos sentábamos junto a las ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos". No
dicen, sin embargo: "éramos esclavos", porque esa esclavitud que es nuestra
continua necesidad de alimentarnos nos puede hacer olvidar que tenemos otras
esclavitudes. Pan o libertad: a veces no es fácil escoger. No seamos demasiado
duros con aquellos israelitas.
2.2 De otro lado, notemos que cuando las cosas salían bien la gente cantaba sobre
todo a Yahvé; cuando les salían mal, criticaban a los enviados de Yahvé. Esa es
otra enseñanza: es fácil atribuir los bienes a Dios, que está "tan lejos" mientras
fustigamos a sus enviados que están "tan cerca". Así resulta sencillo entrar en el
estilo de la secta protestante que suele tomar como estilo de presentación ser una
"fe sin iglesia". Es un engaño, pero como tantos otros engaños sirve para pescar
incautos.
3. La Parábola más conocida del Evangelio
3.1 Hoy el evangelio nos ofrece la parábola quizá más conocida de todas: "salió un
sembrador a sembrar...". Y hay algo interesante con esta parábola: se puede
aplicar a sí misma, porque ella misma es una palabra, una semilla que ha llegado al
campo de nuestra vida.
3.2 En efecto, solemos prestar atención a la semilla que quedo sembrada de
manera "superficial" o a la que quedó "entre zarzas", porque la superficialidad y el
atafago son realidades de las que podemos hacernos fácilmente conscientes. Yo
quisiera que hoy destacáramos la triste suerte de las primeras semillas, las que
cayeron al borde del camino, es decir: las que ni siquiera fueron siembra.
3.3 Creo que no pensamos suficientemente en todas las semillas que dejamos
perder, en todas las palabras que ni siquiera oímos, en todos los sueños que
abortamos, en todas las posibilidades que no alcanzamos a saludar.
3.4 Y nos falta pensar también, pienso, en todas aquellas ocasiones en que NO
recibimos la Palabra de Dios solamente porque creemos que YA la hemos recibido...
como de hecho suele suceder cuando el evangelio del día empieza diciendo: "Una
vez salió un sembrador a sembrar..."