Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 17, Miércoles
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Al ver la cara de Moisés, no se atrevieron a acercarse a él
* Santo eres, Señor, Dios nuestro. * Vende todo lo que tiene y compra el campo
Textos para este día:
Éxodo 34,29-35:
Cuando Moisés bajó del monte Sinaí con las dos tablas de la alianza en la mano, no
sabía que tenía radiante la piel de la cara, de haber hablado con el Señor. Pero
Aarón y todos los israelitas vieron a Moisés con la piel de la cara radiante, y no se
atrevieron a acercarse a él. Cuando Moisés los llamó, se acercaron Aarón y los jefes
de la comunidad, y Moisés les habló. Después se acercaron todos los israelitas, y
Moisés les comunicó las órdenes que el Señor le había dado en el monte Sinaí. Y,
cuando terminó de hablar con ellos, se echó un velo por la cara. Cuando entraba a
la presencia del Señor para hablar con él, se quitaba el velo hasta la salida. Cuando
salía, comunicaba a los israelitas lo que le había mandado. Los israelitas veían la
piel de su cara radiante, y Moisés se volvía a echar el velo por la cara, hasta que
volvía a hablar con Dios.
Salmo 98:
Ensalzad al Señor, Dios nuestro, / postraos ante el estrado de sus pies: / Él es
santo. R.
Moisés y Aarón con sus sacerdotes, / Samuel con los que invocan su nombre, /
invocaban al Señor, / y él respondía. R.
Dios les hablaba desde la columna de nube; / oyeron sus mandatos y la ley que les
dio. R.
Ensalzad al Señor, Dios nuestro; / postraos ante su monte santo: / Santo es el
Señor, nuestro Dios. R.
Mateo 13,44-46:
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de los cielos se parece a un tesoro
escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría,
va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece
también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va
a vender todo lo que tiene y la compra."
Homilía
Temas de las lecturas: Al ver la cara de Moisés, no se atrevieron a acercarse a él
* Santo eres, Señor, Dios nuestro. * Vende todo lo que tiene y compra el campo
1. Un rostro resplandeciente
1.1 El rostro de Moisés reflejaba algo de la luz divina. La oración lo convertía en un
pequeño espejo de la hermosura del cielo. Lo mismo hará Dios con nosotros si de
veras nos enamoramos de la oración.
1.2 La oración que nos hace iluminar es aquella que primero nos ha hecho arder.
Irradiamos luz porque hemos sido contagiados del fuego que viene de lo alto. En al
escuela de los grandes orantes, como Moisés, aprenderemos a orar no como quien
hace un negocio sino como quien dilata su tiempo y su corazón frente al mejor
amigo.
1.3 La gente no entendía qué sucedía en el rostro de Moisés. Uno diría que casi les
molestaba o les aterraba esa luz extraña. Molestar o aterrar, fastidiar o asustar:
estos son los verbos que la mayor parte de la gente aplica a la vida espiritual. El
místico será siempre un ser extraño para sus congéneres. Esto no lo autoriza a
dejarse guiar por el capricho, pues no es el capricho lo que debe distinguirle, sino la
novedad que trae el Espíritu. Tan grande es esa obra que nuestra mediocridad hace
a veces que deseemos cubrir con un velo tanta maravilla.
2. Encuentra el Tesoro
2.1 Quizá en ningún otro pasaje el evangelio es tan "evangelio", es decir, buena
nueva, como en el breve texto de la Misa de hoy. La alegría desbordante, la
sensación de haber encontrado lo que siempre se deseó, el gozo de pasar de la
angustia de la búsqueda al deleite de la posesión... todo esto, no lo olvidemos
nunca, todo esto es entraña y carne del Evangelio.
2.2 Y uno lee estas cosas y piensa: ¿podemos llamar "evangelizados" a aquellos
que NUNCA han experimentado este tipo de alegría? Si una persona NUNCA ha
sentido que seguir el camino de Dios es su decisión más acertada y que la puerta
que un día se le abrió es lo más fantástico que había podido sucederle, ¿qué
pensará esa persona de las exigencias de amor y de la moral de la Iglesia, sino que
son cosas imposibles, anticuadas y tristes?
2.3 No es posible, por lo menos yo no creo que sea posible, seguir el camino de
Jesús sin la alegría de Jesús. No se pueden obedecer los mandamientos de Jesús
sin el amor de Jesús. Y por eso está bien que los católicos defendamos el derecho a
la vida, protejamos a los niños no nacidos, tratemos de frenar la legalización de
parejas homosexuales... todo eso está bien, pero todo eso es MUY POCO si no
tenemos un vigoroso y convincente mensaje de alegría que muestre que sí es
verdad que existe algo mejor que el placer efímero, la soberbia estéril o el lucro
fácil.