Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Impar,
Semana No. 17, Viernes
--------------------------------------------------------------------------------
Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: En las festividades del Señor os reuniréis en asamblea
litúrgica * Aclamad a Dios, nuestra fuerza. * ¿No es el hijo del carpintero?
Entonces, ¿de dónde saca todo eso?
Textos para este día:
Levítico 23,1.4-11.15-16.27.34b-37:
El Señor habló a Moisés: "Estas son las festividades del Señor, las asambleas
litúrgicas que convocaréis a su debido tiempo. El día catorce del primer mes, al
atardecer, es la Pascua del Señor. El día quince del mismo mes es la fiesta de los
panes ázimos, dedicada al Señor. Comeréis panes ázimos durante siete días. El
primer día, os reuniréis en asamblea litúrgica, y no haréis trabajo alguno. Los siete
días ofreceréis oblaciones al Señor. Al séptimo, os volveréis a reunir en asamblea
litúrgica, y no haréis trabajo alguno."
El Señor habló a Moisés: "Di a los israelitas: "Cuando entréis en la tierra que yo os
voy a dar, y seguéis la mies, la primera gavilla se la llevaréis al sacerdote. Éste la
agitará ritualmente en presencia del Señor, para que os sea aceptada; la agitará el
sacerdote el día siguiente al sábado. Pasadas siete semanas completas, a contar
desde el día siguiente al sábado, día en que lleváis la gavilla para la agitación ritual,
hasta el día siguiente al séptimo sábado, es decir, a los cincuenta días, haréis una
nueva ofrenda al Señor. El día diez del séptimo mes es el Día de la expiación. Os
reuniréis en asamblea litúrgica, haréis penitencia y ofreceréis una oblación al Señor.
El día quince del séptimo mes comienza la Fiesta de las tiendas, dedicada al Señor;
y dura siete días. El día primero os reuniréis en asamblea litúrgica. No haréis
trabajo alguno. Los siete días ofreceréis oblaciones al Señor. Al octavo, volveréis a
reuniros en asamblea litúrgica y a ofrecer una oblación al Señor. Es día de reunión
religiosa solemne. No haréis trabajo alguno. Éstas son las festividades del Señor en
las que os reuniréis en asamblea litúrgica, y ofreceréis al Señor oblaciones,
holocaustos y ofrendas, sacrificios de comunión y libaciones, según corresponde a
cada día."
Salmo 80:
Acompañad, tocad los panderos, / las cítaras templadas y las arpas; / tocad la
trompeta por la luna nueva, / por la luna llena, que es nuestra fiesta. R.
Porque es una ley de Israel, / un precepto del Dios de Jacob, / una norma
establecida para José / al salir de Egipto. R.
"No tendrás un dios extraño, / no adorarás un dios extranjero; / yo soy el Señor,
Dios tuyo, / que te saqué del país de Egipto." R.
Mateo 13,54-58:
En aquel tiempo, fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La
gente decía admirada: "¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es
el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos Santiago, José,
Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca
todo eso?" Y aquello les resultaba escandaloso. Jesús les dijo: "Sólo en su tierra y
en su casa desprecian a un profeta." Y no hizo allí muchos milagros, porque les
faltaba fe.
Homilía
Temas de las lecturas: En las festividades del Señor os reuniréis en asamblea
litúrgica * Aclamad a Dios, nuestra fuerza. * ¿No es el hijo del carpintero?
Entonces, ¿de dónde saca todo eso?
1. Las Fiestas del Señor
1.1 Recordamos seguramente que cuando Moisés se presentó ante farón tenía
encargo de decirle que los hebreos tenían que celebrar a Dios en el desierto. Como
el rey egipcio no los dejó partir, finalmente el brazo poderoso del Señor arrancó a
Israel de aquellas garras egipcias que tanto sabían de trabajo y tan poco de fiesta.
1.2 Porque hay que saber que hay orden de trabajar, pero también la fiesta es un
mandato. El que no sabe alegrarse, el que no sabe compartir, el que no sabe
agradecer, el que no sabe celebrar, ¿conocerá algo del Dios que da la vida, la
libertad y la alegría?
1.3 Y es cosa curiosa, porque mucha gente, por lo menos en nuestra cultura
occidental, siente que la Iglesia es una institución estorbosa, pero aun así "le
perdona" que exista si demuestra que es útil en hacer algo con la escoria humana
que rebrota sin cesar de nuestras ciudades y de nuestra sistema económico, que
idolatra la producción y el lucro. Como quien dice: "no debiera existir la Iglesia,
pero si se le puede tolerar es para que trabaje con esos que no son rentables para
nuestros objetivos financieros y de mercado". En ese sentido, la Beata Madre
Teresa de Calcuta es "aceptable" para nuestro mundo...
1.4 Nadie espera, entonces, que la Iglesia enseña cómo divertirse, cómo celebrar,
cómo descansar. Y la Iglesia misma, a veces, ni se lo cree; ¡pero es su deber! La
verdad es que sin fiesta la vida es esclavitud, el tiempo es cadena, todo pan es
sueldo y toda sonrisa una compra.
2. Despreciado en su casa
2.1 No creían en Jesús porque le conocían. Sabían de su familia, de su pasado, de
su casa. No podían admitir que algo tan grande hubiera sucedido en sus narices y
que sólo ahora lo estuvieran viendo. No podían reconocer que en medio de todas
esa pobrezas y privaciones, que todos compartían, se pudiera cultivar una flor de
pureza y santidad como la que de pronto tienen ante sus ojos. Admitir algo así
implicaba humillarse y reconocer que no todo se debía a las circunstancias.
2.2 Ortega y Gasset dijo su inmortal "yo soy yo y mis circunstancias", pero la
mediocridad humana siempre intenta decir: "yo soy SÓLO mis circunstancias". Es el
modo de explicar la vida en términos de destino, es la manera de endosar las
propias decisiones a la época, el país, los vecinos, la salud, o lo que sea.
2.3 Jesús es más que sus circunstancias. Aquello que le rodeó no lo anegó. No se
dejó aplastar por el relato que le recitaba la vida. Leyó la vida no como una
sentencia sino como una poesía en la que todavía quedaba oportunidad de escribir
los capítulos decisivos. Y así quiere que seamos nosotros, sus discípulos.